Abejas y hormingas, ¿la respuesta al suicidio humano?

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El suicidio humano sigue siendo aún hoy en día una gran duda entorno a nuestra especie. Sabemos que la depresión puede llegar a provocarlo, y que existe un gran componente emocional en el asunto. Pero, ¿y si hubiese raíces evolutivas de por medio?

Eso es lo que han pensado los investigadores de la Universidad del Estado de Florida tras observar el comportamiento de abejas y hormigas, las cuales llevan a cabo conductas de auto-sacrificio (suicidio, para que nos entendamos).

Abejas y hormigas: La explicación al suicidio humano

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El estudio, dirigido por el profesor de psicología Robert O. Lawton y publicado recientemente en Psychological Review, estableció paralelismos entre el comportamiento de auto-sacrificio de abejas y hormigas (entre otras especies) y el suicidio de los seres humanos.

En su trabajo, Lawton y sus colegas exhibieron la teoría de que los seres humanos comparten las características de otras especies, tales como prestar atención a varias generaciones, dar gran importancia a la cooperación, o las tareas de división del trabajo para sobrevivir con éxito como especie. Son lo que se llama “especies eusociales”

“Los seres humanos son una especie eusocial. Eso sugiere un cierto conjunto de características, y el comportamiento de auto-sacrificio estaría incluido en ellas”

Los comportamientos evolutivos del ser humano

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Según estos investigadores, este tipo de comportamientos eusociales serían adaptativos. En este caso, el comportamiento de abejas y hormigas de auto-sacrificio tendría explicación: Vale la pena. Al llevar a cabo la renuncia de uno mismo, se renuncia también a la transmisión genética, que en estas otras especies vendría a ser un beneficio neto (sin individuo, no hay transmisión genética).

Sin embargo, el ser humano es diferente, pues su suicidio representa una alteración de este rol eusocial. La explicación de renunciar a los genes no vale la pena, ya que muchos seres humanos llevan a cabo el suicidio tras dejar descendencia.

Entonces, ¿por qué ocurre? Según los investigadores, la explicación sería una mala adaptación o por razones psicopatológicas puras. En este caso, admiten que se encuentran en un dilema, y que por el momento no tienen claro cuál es la verdadera razón para alterar este comportamiento eusocial llevado a cabo por las otras especies.

A pesar de ello, creen que su estudio será una primera piedra para identificar qué pasa exactamente a nivel cerebral, cómo se alteran los circuitos neuroquímico y neurofisiológicos, y por qué llegan a fallar desembocando en el suicidio. Gracias a ello, podremos llevar a cano mayores esfuerzos de prevención.

Vía | Neuroscience News.

Fuente | Psychological Review.

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