¿Cómo puedo ser más extrovertido? Ejemplos prácticos – Medciencia

Como ya mencioné en otro artículo (Introvertidos versus extrovertidos: ambos tienen sus ventajas) no todos somos iguales, la sociedad prima a los extrovertidos cuando un estilo de personalidad no tiene porque ser mejor que el otro. Pero como es lógico si estas en una sociedad que prima una actitud extrovertida puede ser muy útil y adaptativo intentar serlo algo más. Si eres de los que siempre han querido ser más extrovertidos aquí van un par de consejos que debes tener en cuenta y unas cuantas técnicas.

Consejos:

No te fuerces demasiado, es probable que lanzarte de cabeza a la extroversión te cree malestar, ansiedad o te intimide, es mejor ir poco a poco dando pasitos. Como decimos aquí… ¡Poco a poco y con buena letra!

Ten en cuenta que al principio las técnicas te crearán ansiedad, es normal. Esta ansiedad irá disminuyendo a medida que cojas práctica.

No olvides que en el punto medio esta la perfección (que no se te vaya de las manos).

No vale usar sustancias como el alcohol para ser más extrovertido.

Ser extrovertido implica cierto contacto con desconocidos (¡con amigos cercanos no vale!).

No intentes cambiar por los demás, esto es para el que por si mismo quiere ser algo más extrovertido. NO se trata de cambiar quienes somos sino de coger un par de hábitos nuevos que nos harán la vida un poco más divertida. Pero ante todo debes aceptarte como eres.

Técnicas:

  • Practica una cara amigable en casa para cuando conozcas gente nueva. Cuando nos ponemos nerviosos tendemos a palidecer y paralizarnos y esto lo perciben los demás. Asegurate de causar una buena primera impresión: Se el primero en extender la mano (firme) para saludar y asegurate de sonreír (una sonrisa suave). Ladear un poco la cabeza sirve para parecer menos intimidante. Un buen truco es elevar las cejas hacia arriba brevemente cuando nos acercamos a alguien como previo saludo, a unos 4-5 metros de distancia, además nos hará sentirnos más receptivos con esa persona. Con todo esto evitaremos momentos raros o incómodos en primeros saludos.
  • Planteate retos. Por ejemplo, conocer a una persona nueva cada semana. Toma la iniciativa y presentate a un desconocido. Inicia una conversación con alguien que vaya a un mismo curso que tu, en la cola del cine, en un bar. Para empezar puedes hacerlo centrándote en la situación, en aspectos menos personales: Por ejemplo si en el lugar sirven tal tipo de copas, cuanto cuesta un producto, si la película es buena, si ha venido antes y sabe si en ese cine hace frío dentro, si siempre ponen la misma música, si el bus para en tal sitio… Utiliza como excusa para entablar una conversación el necesitar saber algo (la hora, quien es el último de la cola…). Con esto te aseguras que la otra persona te va a contestar y no se sentirá molestada, al contrario pensará que te ayuda. Más adelante y cuando te sientas cómodo con esto puedes iniciar conversaciones más personales: Si vienen mucho por aquí, si conocen más restaurantes por la zona, etc… Si observamos que la persona responde bien podemos intentar seguir conversando. Si son compañeros de cursos, universidad o tenemos algo en común seguir por ese camino. La forma más fácil de agradar a alguien es establecer gustos o metas en común (pero con cuidado de no exagerar este punto en primeros encuentros). Si compartís algo en común es probable que podáis conseguir el contacto de esa persona (teléfono, email, facebook…) para pasarle apuntes, informarle de algún evento que le interesa, o con cualquier excusa similar, y ¡voilá! ¡Un contacto nuevo! (Tener en cuenta que las redes sociales son más impersonales y la gente no suele poner tantas pegas en ofrecer esos detalles). Otra técnica es por ejemplo preguntarle a alguien de donde es pues hemos podido oír su acento, con un poco de suerte tú o alguien habréis viajado a ese país y ya tienes tema de conversación. Si eres de los que se quedan en blanco piensa que siempre se puede hablar del tiempo, del local, de algún acontecimiento importante o de alguna serie televisiva (evitar temas conflictivos como política o religión). Al principio de una relación de amistad es importante dejar hablar a la otra persona, intenta hacerle preguntas largas de contestar, más adelante procura también compartir detalles tuyos que te hagan accesible y que muestren cierta similitud con la otra persona. Muestra interés por lo que dice (sin ser excesivamente atento o pelotero).
  • Entrenate en balancear las conversaciones. Puedes practicar con amigos. Cuando acabes una conversación piensa, ¿Qué voz he oído más? Si la respuesta es la tuya y que no recuerdas mucho de los que compartió la otra persona probablemente es porque hayas hablado demasiado. En el caso de los tímidos suele ser a la inversa, suelen compartir poco y esto da la sensación a los demás de ser distante y algo inaccesible. Procura dar tu opinión de lo que dicen los demás e introducir alguna anécdota personal en las conversaciones. Asegurate de hacerles saber cuando quieres hacer algo y cuando algo no te gusta. Deja que la gente conozca tus gustos y preferencias, sino les será muy difícil crearse una opinión de como eres.
  • Procura participar en los momentos de charla en el trabajo, descubre donde se reúne la gente y cuando ocurre esto. Por ejemplo junto a la máquina del café, si eres fumador cuando sale la gente a fumar, a la salida del trabajo… Procura participar con tus compañeros en conversaciones más informales. Cuando encuentres a alguien con el que tienes algo en común puedes invitarle a tomar un café en el siguiente descanso o incluso a comer juntos.
  • Procura no hablar de cosas o eventos negativos cuando conozcas gente nueva. Por ejemplo no hables de que tu coche se averió, perdiste el bus o no pudiste llegar a tiempo al banco. En su lugar habla de la increíble película que vistes ayer, recomienda un buen restaurante por la zona, habla de una oferta que encontraste… Intenta ser positivo en los primeros encuentros, las personas hacemos asociaciones muy rápidamente y si solo comentas cosas negativas la gente te asociará con un aire de negativismo.
  • Intenta descubrir sitios nuevos de vez en cuando, no vayas siempre a los mismos sitios. Sal de tu zona de confort y conoce parques, bares, tiendas nuevas… Prueba comida diferente, escucha música que no conocías. ¡Todo esto además serán nuevos temas de conversación para cuando conozcas gente!
  • Intenta participar en las reuniones, hacerte ver en lugares donde hay más gente. Por ejemplo pregunta al profesor delante de la clase, intervén en la ronda de preguntas de unas conferencias. Es la única forma de que la gente note tu presencia cuándo hay tanta gente. Es un buen ejercicio de entrenamiento pues ¡te observará mucha gente!
  • Intenta sonreír siempre que puedas, mirar a los ojos a la gente (no fijamente) y cuando haya confianza realizar cierta aproximación física (poner la mano en el hombro al despedirte o dar dos besos en lugar de dar la mano cuando sea apropiado). Cuida tu postura corporal, intenta parecer relajado y no tenso, y evita gesticular excesivamente (o muy poco) con las manos. Un truco para asegurarnos de que miramos a los ojos a la gente es intentar recordar su color de ojos.

Es útil fijarte estos ejercicios como verdaderos “deberes” y apuntarlos en una libreta. Por ejemplo:

Ejercicio 1: hablar con 5 desconocidos.

Lunes- hablé con el quiosquero.

Martes- saludé a una chica en el cine…. (y añadir pequeña descripción o alguna nota para ti para próximas veces).

Ejercicio 2: Mirar a los ojos.

Lunes. María tiene los ojos azules. Carla tiene los ojos marrones. Paco marrón oscuro y con gafas….

Cuando hayas conseguido todo esto… ¡Enhorabuena! Ya serás más extrovertido y además seguramente habrás conseguido reducir tu ansiedad ante situaciones y personas nuevas. Eso sí, no olvides que cada uno es como es, adapta estos pasos a tu forma de ser y hazlos tuyos.

Si conocer gente nueva o ser más sociable no te resulta agradable (no te interesa) o te crea malestar puede que lo de ser extrovertido no sea para ti. Todo es probarlo, no te fuerces a hacer algo que no te vaya a hacer más feliz. Al principio esta claro que creará ansiedad pero si tras desaparecer esta sigues pensando que estas mejor solo pues ningún problema. Estos son consejos para aquel que no es feliz siendo introvertido y que desea el contacto social, pero este no es el caso de todos. Hay introvertidos perfectamente felices de serlo.

También hay que tener en cuenta que una cosa es ser introvertido y la otra es ser ansioso o fóbico social. Aunque estos ejercicios pueden servir también, en los casos de fobia social se requeriría un trabajo más extenso y otras técnicas adicionales. Por lo general una fobia requerirá un tratamiento con un profesional para obtener mejores resultados (un psicólogo). Los psicólogos son muy buenos con este tipo de problemas.

Fuente: Yahoo, Crecimiento personal exponencial.

Imagen: Flickr.

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