Descubren insectos que realizan un proceso muy similar a la fotosíntesis – Medciencia

Hace unos días os contaba que hay ciertos animales que viven en simbiosis con algas o bacterias fotosintéticas y pueden aprovecharse así de la energía solar.

Pero el tema de hoy es diferente. Se ha descubierto que los pulgones sirven para algo más que para arruinarnos los rosales y ser alimento de mariquitas. Según se publica en Nature, los áfidos, comúnmente llamados pulgones, podrían captar la luz del sol y utilizar esa energía para fines metabólicos. La importancia de este descubrimiento radica en que este proceso de captar luz para aprovecharla metabólicamente sólo pueden hacerlo los seres vivos que hacen la fotosíntesis, es decir, plantas, algas y algunas bacterias.

Los áfidos son los únicos animales capaces de sintetizar unos pigmentos llamados carotenoides, imprescindibles para la fotosíntesis y muy importantes en la dieta de los animales. Parece que unos pequeños ácaros de la especie Tetranychus urticae también tienen esta capacidad.

Los carotenoides son necesarios para muchas funciones como por ejemplo la síntesis de la vitamina A o para mantener el sistema inmune en buena forma y los animales sólo podemos conseguirlo a través de la dieta. Estos pigmentos son los responsables de los colores rojos, amarillos y naranjas de las frutas y verduras. El ejemplo clásico es la zanahoria pero pensemos en tomates, fresas, sandías… y un largo etcétera.

El estudio consistió en buscar el motivo de por qué estos animales sintetizan carotenoides ya que son bastante “caros” de obtener químicamente hablando. Estos pigmentos, al igual que en las plantas, determinan el color del animal. El frío favorece el verde, las condiciones óptimas de crecimiento favorecen el naranja y el color blanco aparece cuando las poblaciones son muy grandes y los recursos limitados.

Al medir los niveles de ATP de los áfidos los resultados fueron sorprendentes. Pero antes de seguir maticemos qué es esto del ATP. Es la molécula que necesita todo ser vivo para obtener energía y poder así realizar los procesos vitales. En otras palabras, es la moneda de intercambio energético y es uno de los productos resultantes de la fotosíntesis en las plantas. Los animales lo obtenemos de lo que comemos, mediante nuestro metabolismo.

Resultó que los áfidos verdes, los que poseen más carotenoides, producían mucho más ATP que los blancos, que están casi desprovistos de pigmento. Y es más, cuando pusieron bajo luz a los áfidos naranjas éstos aumentaron la producción de ATP y bajó cuando los pusieron en oscuridad, demostrando así que los carotenoides pueden ser los implicados en la absorción de la luz.

Pero aún hay cabos sin atar. Estos animales están cargados de azúcares. Entonces ¿para qué fabricar carotenoides para conseguir energía si ya tienen de sobra? La respuesta podría ser que lo hacen por si lo tuvieran que necesitar en un momento de estrés ambiental como podría ser el viaje hacia una nueva planta.

No podemos decir que son animales fotosintéticos al 100% porque no fijan dióxido de carbono pero sí que usan la luz del sol para su metabolismo igual que hacen las plantas.

  •  Curiosidad de los pulgones. Este dato nos lo contó un eminente entomólogo que me dio clase y que me dejó con la boca abierta. Cuando aparcamos el coche debajo de un árbol, al día siguiente hay como unos pequeños puntitos transparentes en el cristal que son complicados de quitar. Pues esos puntitos son pura melaza y son literalmente las cacas de los pulgones, que son básicamente agua y azúcar. Al evaporarse el agua quedan en puntos de azúcar.

Fuente: Nature

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