Duración y frecuencia de las relaciones sexuales

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Son muchos los temas que giran en torno a la sexualidad, de hecho, constantemente surgen nuevas ideas, conceptos o prácticas que a todos nos llaman la atención. A veces nos obcecamos en llevarlas a cabo todas, en tener unas relaciones sexuales increíbles, en tener muchos encuentros eróticos y en que éstos duren mucho.

Pero muchas veces nos olvidamos en que la calidad de nuestras relaciones sexuales no las establece nadie más que nosotros mismos, ya que cada persona vive su sexualidad de una forma única y exclusiva y, tal vez, lo que es más habitual y frecuente no es lo que a nosotros nos gusta o nuestras prácticas no son así.

Perspectivas de las relaciones sexuales

Al hablar de relaciones sexuales muchas veces caemos en el error de hablar únicamente de relaciones con penetración vaginal, en el caso de relaciones heterosexuales, dejando de lado otras opciones. Éstas deben ser largas, deben proporcionarnos muchos orgasmos, deben ser muy satisfactorias y cuántas más veces se lleven a cabo mejor. Lejos de la realidad, las relaciones sexuales (sexo oral, masturbación, penetración, besos, caricias, etc.) varían a lo largo de nuestra vida y se ven influidas por muchos factores (hijos, relaciones estables o esporádicas, preocupaciones, ansiedad, deseo, tiempo, edad, etc.), haciendo que cada encuentro erótico sea diferente y único.

Establecemos unas perspectivas sobre las relaciones sexuales que a veces escapan a nuestras posibilidades. Nos autoexigimos metas y objetivos, a veces, irreales y, tal vez, inalcanzables: tener una buena erección, durar mucho tiempo, proporcionarle varios orgasmos a nuestra pareja y que ésta nos los proporcione a nosotros, tener varias relaciones sexuales seguidas, hacerlo en todas las posturas posibles, etc.

Duración de las relaciones sexuales

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¿Cuánto debe durar una relación sexual para que sea satisfactoria? Si bien la satisfacción de las relaciones sexuales se ve influida por muchos factores (confianza, autoestima, afectividad, etc.), la duración de éstas relaciones las debe establecer uno mismo, ya que podemos llevar a cabo diferentes juegos eróticos, entre los cuales se encuentra la penetración. La Universidad de Pensylvania llevó a cabo un estudio en torno a la duración de las relaciones sexuales, donde se establecen diferentes grados de satisfacción en función del tiempo de penetración. Una relación de entre 1 y 2 minutos se considera corta, entre 3 y 7 minutos se considera adecuada o aceptable, de 7 a 13 minutos es una relación deseable y demasiado larga si supera los 13 minutos, ya que puede generar molestias e irritaciones.

Muchos hombres se obsesionan con durar mucho para proporcionarle placer a su pareja (ya sean hombres o mujeres), entendiendo que cuánto más tiempo duren mejor será la relación sexual. Cabe tener presente que el 75% de las mujeres habitualmente alcanzan el orgasmo a través de la estimulación del clítoris, ya sea combinado o no con penetración, por tanto, únicamente con penetración es más complicado que lleguen al orgasmo. Es cierto que si la mujer no mantiene un nivel de excitación adecuado y no hay una buena lubricación, la penetración puede ser molesta y puede generar irritaciones, por eso es aconsejable siempre el uso de lubricantes. También puede llevar al aburrimiento y la monotonía de la relación sexual, haciendo que ésta excitación disminuya y por tanto, ninguno de los dos alcance el orgasmo, si es lo que se desea.

Esta obsesión también conlleva al gran error de muchos hombres a autodiagnosticarse como “eyaculador precoz”. La eyaculación precoz se define como la falta de control sobre el reflejo eyaculatorio, produciéndose al menos en el 50% o más de las relaciones sexuales interfiriendo en el bienestar sexual y emocional de la persona, pero no hace referencia al tiempo, como antes se estipulaba. Al fin y al cabo, somos nosotros mismos los que determinamos cuánto tiempo es el necesario para disfrutar de nuestras relaciones. El juego erótico puede ir de minutos a horas, y llevando a cabo la variedad de prácticas sexuales que nos apetezcan en ese momento.

Nuestras relaciones sexuales pueden ser tan extensas en tiempo como queramos, siempre y cuando no nos obsesionemos con ello, disfrutemos del momento y no estemos pendientes del reloj, para determinar que sean satisfactorias o no. Recuerda que cada encuentro erótico es único y no tiene porque ser igual al anterior.

Frecuencia de las relaciones sexuales

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Muchas personas se quejan de que la frecuencia de sus relaciones sexuales es inferior a la que desean. Si bien es cierto que la frecuencia puede variar con el tiempo, que el deseo sexual cambia a lo largo de la vida y que éste puede variar de persona a persona, no significa que tengamos que dejar de lado nuestras relaciones sexuales.

Algunos factores como la novedad de la pareja, el inicio de una relación, la edad, entre otros, hacen que la frecuencia de las relaciones sexuales sea mayor o menor. También cabe tener presente el funcionamiento del deseo, ya que éste cambia en la mujer y en el hombre tiende a ser más estable.

Algunos consejos a tener en cuenta sobre la frecuencia de las relaciones sexuales son:

Establecer un acuerdo de las relaciones sexuales si el deseo de la pareja es diferente, es decir, uno tiene más ganas que el otro. Llegar a un consenso de los encuentros eróticos, que sea aceptable y satisfactorio para ambos.
Trabajar el deseo erótico, no dejarlo de lado. Muchas veces caemos en el error de decir que no de forma sistemática sin plantearnos realmente por qué decimos que no a los encuentros sexuales. El deseo llama al deseo, si trabamos este ámbito de forma individual y por uno mismo, puede resultar muy satisfactorio.
Variedad y novedad en las prácticas sexuales. La rutina conlleva a dejar las relaciones sexuales de lado ya que no existe novedad y no hay motivación. Llevar a cabo prácticas nuevas y diferentes durante los encuentros eróticos hace que podamos disfrutar de nuestras relaciones de otra manera, mejorando la comunicación en pareja.
Mejorar la comunicación. Muchas veces los problemas de frecuencia en relaciones sexuales viene dada por la falta de comunicación en la pareja, obviando lo que pasa, dejando pasar el malestar debida a la falta de estos encuentros, no dándole importancia, haciendo que el problema se agrave.
Trabajar la afectividad en pareja. A veces la afectividad, las muestras de cariño se ven afectadas por esta falta de comunicación, ya que caemos en el error de creer que una muestra de afecto tiene que llevar obligatoriamente a un encuentro erótico.

El deseo sexual abarca muchísimos factores que se deben trabajar día a día, ya que éste varía y cambia a lo largo de la vida. La frecuencia y la duración de los encuentros eróticos lo determina uno mismo, sin dejar de lado a la pareja, pudiendo disfrutar de las relaciones sexuales durante toda la vida.

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