La lactancia materna podría reducir el riesgo de desarrollar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)

Son de sobra conocidos los beneficios que tiene para el desarrollo del bebé ser amamantado debido por un lado, a las cualidades de la leche materna y por otro, al vínculo que se genera entre madre e hijo. Sin embargo nunca antes se había señalado la posibilidad de que la lactancia materna pudiera tener influencia sobre el desarrollo de algunos trastornos psicológicos, como el déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Tel Aviv por el equipo Aviva Mimouni-Bloch estudiaron retrospectivamente la evolución de un grupo de niños diagnosticados de TDAH de edades comprendidas entre los 6 y 12 años.  Los padres facilitaron información detallada sobre cómo habían alimentado a sus hijos, si exclusivamente con fórmula o también lactancia materna, así como información sobre factores que se saben, pueden influir en la aparición del TDAH, como situación familiar, nivel educativo de los padres, antecedentes familiares del diagnóstico y problemas durante el embarazo tales como la hipertensión o diabetes y peso del neonato. Este grupo de niños fue comparado con sus hermanos y con un grupo control ambos sin diagnóstico de TDAH.

Tomando todos estos factores en consideración, encontraron que a los tres meses de vida, sólo el 43% de los niños con TDAH habían sido amamantados en relación con el 69% del grupo de los hermanos y el 73% del de control. A los seis meses, el porcentaje de niños que tomaron  el pecho materno se redujo en  los tres grupos, pero en mayor medida en el grupo con TDAH siendo un 29% frente al 50% del grupo de hermanos y al 57 por ciento del de control que continuaban tomando el pecho a esa edad.

A partir de esta edad se reduce drásticamente el porcentaje de casos de TDAH entre los niños que continuaban recibiendo el pecho, lo que apunta a la posibilidad de que la duración de la lactancia materna pueda desempeñar un papel fundamental en esta relación.

Aunque los investigadores son cautos y advierten de que sólo han probado la existencia de una relación significativa entre la lactancia materna y una menor incidencia de la hiperactividad en la infancia (incluso teniendo en cuenta factores típicos de riesgo), el estudio sugiere que:

–         Dar el pecho podría ser un factor de protección contra el TDAH.

–         Por el contrario, entre los niños que padecen este trastorno existe una proporción mucho menor de lactantes en el primer año de vida.

–         Parece existir una relación entre el TDAH y la falta de amamantamiento a los tres meses.

Fuentes: Breastfeeding Medicine; psiquiatria.com

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