La relación entre ansiedad, agresividad y testosterona

Desde hace bastante tiempo, la testosterona se ha ligado con la agresividad y el comportamiento dominante (sobre todo en hombres, como ya comentamos recientemente). Lógicamente también existen factores dependientes de la personalidad individualizada de cada uno, y dicha personalidad tendría efectos sobre la testosterona y la misma agresividad. Dentro de esta personalidad tendríamos la ansiedad, entre otros factores.

La duda es, ¿tiene la ansiedad algún tipo de influencia sobre cómo afecta la testosterona a la agresividad? Según un reciente estudio publicado en Adaptative Human Behauviour and Physiology, parece que sí.

La influencia de la ansiedad en la testosterona

Partimos de la base de que la ansiedad se definiría como “una tendencia propia a percibir diferentes situaciones como una amenaza“. Por tanto, es razonable pensar que la ansiedad tenga algún tipo de influencia sobre la agresividad, y en este caso de forma indirecta, afectando en primera instancia a la testosterona.

Al menos eso afirma el estudio llevado a cabo por Raphael Norman, Benjamin Moreau, Keith Welker y Justin Carre, en el cual se midieron los niveles del rasgo de ansiedad y su influencia en el nivel de testosterona de diferentes individuos. En otras palabras, se buscaba vislumbrar si la ansiedad podría aumentar o disminuir los niveles de testosterona, y en consecuencia, afectar a la agresividad.

Para obtener una respuesta, realizaron dos experimentos, donde demostraron que la testosterona se asociaba con un comportamiento más agresivo durante las competiciones, pero tan solo entre los hombres con bajos niveles de ansiedad.

En el primer experimento participaron 80 individuos de ambos sexos, donde se usaron encuestas, muestras de saliva, juegos competitivos y métodos de agresión reactiva para evaluar el rasgo de la ansiedad en sus personalidades, y su influencia en la relación entre testosterona y agresividad. Se pudo ver una correlación positiva entre un aumento de testosterona y un aumento del comportamiento agresivo, pero esto solo se daba si el rasgo de ansiedad era bajo.

Curiosamente, la relación entre agresividad y ansiedad era inversa: A mayor nivel de testosterona y agresividad, menor nivel de rasgos de ansiedad tenían los hombres.

En un segundo experimento se evaluó a 237 participantes de ambos sexos, por separado, asignándoles una condición para que ganasen o perdiesen con cierta frecuencia. De nuevo, los investigadores detectaron una correlación positiva entre testosterona y agresividad en los hombres, siempre y cuando demostrasen un rasgo de ansiedad bajo, con independencia de si el individuo tenía una racha perdedora o ganadora. Dichos efectos no se detectaron en las mujeres.

La testosterona aumenta la agresividad… según la personalidad

Así pues, y basándose en los resultados, los científicos opinan que existe una clara relación entre testosterona y agresividad, pero mucho más compleja de lo que se pensaba: La personalidad, y concretamente la ansiedad, podrían tener bastante que decir en el asunto.

De hecho, hasta dos experimentos diferentes han detectado que el rasgo de personalidad de la ansiedad podía modular la respuesta que tenían los individuos en situaciones de competencia, exhibiendo mayor o menor agresividad influenciados por la testosterona, pero siempre que la ansiedad fuese baja. Curioso.

Vía | PsyPost.

Fuente | Adaptative Human Behauviour and Physiology.

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