Los omega 3 son un tipo de grasa poliinsaturada esencial, la cual el cuerpo no sintetiza y debemos obtenerla a través de los alimentos. Podemos encontrarlos principalmente en pescados, especialmente en los azules, como son: salmón, atún, sardinas o los boquerones. También existen fuentes vegetales de las cuales podemos obtener omega 3 como en las semillas de lino o chia o en las nueces, así como en algunos aceites vegetales.
¿Qué beneficios se les atribuyen a los ácidos grasos omega 3?
Se cree que un alto consumo de omega 3 podría aportar una serie de beneficios para la salud, especialmente para enfermedades cardiovasculares, y entre sus beneficios se encontrarían:
- Acción antiinflamatoria.
- Disminución de los niveles de colesterol y triglicéridos.
- Reducción de la presión sanguínea.
También se ha observado como podía tener una influencia positiva en los síntomas de enfermedades como la diabetes, algunos cánceres, deterioro mental, Alzheimer, y como su consumo podría tener influencia sobre el bebé, o incluso disminuir los efectos de la depresión.
¿Son igual de buenos los ácidos grasos omega 3 qué los omega 6?
Al igual que los ácidos grasos omega 3, los omega 6 también son un tipo de grasas esenciales, pero en la actualidad su consumo es excesivo, ya que lo obtenemos a través de comidas procesadas, el consumo de las cuales se ha visto disparado en los últimos años. Por tanto, se recomienda una disminución de estos mismos, dando mayor importancia a incrementar el consumo de omega 3.
Algunos estudios han mostrado una alta relación entre los niveles de omega 6 y una mayor probabilidad de sufrir depresión, además de un aumento de niveles altos de sustancias sanguíneas inflamatorias.
Entonces… ¿Es conveniente tomar suplementos de omega 3?
Aunque visto lo visto, parece obvio y de los más recomendado el uso de suplementos con omega 3 para asegurarnos alcanzar los niveles adecuados, esto no sería clave a la hora de obtener la serie de beneficios nombrados anteriormente.
Un estudio llevado a cabo durante 5 años analizó a 4000 personas con una media de 72 años de edad, a las cuáles se suministró placebo o suplementos de omega 3, por grupos. Por desgracia, no se obtuvo ningún resultado que concluyera que la toma de suplementos con omega 3 supondría algún beneficio para la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Por lo tanto, podemos concluir que aportar una cantidad suficiente de omega 3 mediante los alimentos siempre va a suponer nuestra prioridad, al igual que llevar un estilo de vida saludable y una alimentación sana que incluya pescados, frutas, verduras en variedad y no depender del uso de suplementos como algo prioritario.
Actualmente, y tras varios estudios, no es concluyente ni factible afirmar que la suplementación de omega 3 tenga los beneficios esgrimidos durante tantos años. Al menos, de momento no.