Síndrome de Münchausen ¿Adicción a los hospitales? – Medciencia

Hace tiempo que no os traía algún síndrome curioso, así que hoy he pensado explicaros en qué consiste el síndrome de Munchausen. La primera vez que supe de este síndrome fue en un capítulo de House y entonces ya me resultó muy interesante. Más tarde profundizamos bastante en el tema en clase de psicología donde todavía me pareció más curioso…

El síndrome de Münchausen toma su nombre del ficticio Barón de Munchausen (“Baron Munchausen´s Narrative of his Marvelous Travels and Campaigns in Russia”, obra publicada en 1784). En este libro se describen las increíbles aventuras de un oficial alemán que relata gestas heroicas y exageradas difíciles de concebir.

Está reconocido como un trastorno factício en el que el enfermo finge síntomas de forma repetida y consistente, en ausencia de un trastorno, enfermedad o incapacidad somática o mental confirmados. La persona que lo padece «inventa» y hasta se produce autolesiones para conseguir ser atendidos en un centro sanitario ya que sienten la necesidad de recibir atención.

No se conocen las causas a ciencia cierta pero llama la atención la gran cantidad de estos pacientes que sufrieron abusos en su infancia, entre ellos quienes sufrieron falta de atención y especialmente si esta falta de atención era secundaria a la enfermedad de algún pariente cercano, por ejemplo no le hacían caso porque su madre estaba muy enferma y había que cuidar de ella. Pueden haber trastornos psiquiátricos subyacentes como un trastorno de ansiedad, del estado de ánimo o una enfermedad de la personalidad.

Estas personas son, por lo general, bastante inteligentes y llenas de recursos: no sólo saben cómo imitar enfermedades con bastante acierto, sino que también tienen un minucioso conocimiento sobre las prácticas médicas. Pueden llegar a manipular de tal modo que consigan su hospitalización y ser sometidas a tratamientos intensivos y análisis, incluyendo cirugías mayores. Son tan convincentes que pueden llegar a conseguir que les realicen estos exámenes clínicos en varios hospitales diferentes a pesar de que son repetidamente negativos. Sus engaños son conscientes, pero sus motivaciones y necesidades de atención son inconscientes.

Es una variante de este síndrome considerada una forma de abuso infantil que consiste en que el padre o la madre inducen en el niño síntomas reales o aparentes de una enfermedad.

Pueden simular síntomas falsificando fiebres, dejando de alimentarlo, dándole laxantes para provocar diarreas, o eméticos para que vomite o usar otros métodos como manipular la sangre o la orina del niño añadiendo sustancias. Los síntomas del niño mejoran en el hospital pero recurren al regresar a casa, llevando de cabeza a los pediatras.

Los padres de estos niños pueden padecer ellos mismas el Síndrome de Münchhausen o tienen conocimientos en temas sanitarios. Suelen ser muy colaboradores y apreciados por el personal sanitario por su abnegación en el cuidado del niño enfermo, lo que hace poco probable que el médico sospeche el diagnóstico real.

  • Tienen un largo historial médico y/o han pasado por múltiples hospitalizaciones en los mismos o diferentes hospitales y centros de salud.
  • Suelen tener conocimientos médicos o terminología médica así como conocer muy bien las instituciones médicas donde se tratan o han tratado.
  • Tienen una sumisión inusual a las hospitalizaciones, así como a las pruebas diagnósticas.
  • Síntomas pocos claros que no son controlables y se vuelven más severos o cambian una vez que el tratamiento ha empezado.
  • Presencia de síntomas cuando el paciente está solo o no está siendo observado.
  • Explican su historia de forma dramática; son evasivos cuando explican sus ingresos hospitalarios y reacios a que se revisen sus historias clínicas.
  • Problemas con la identidad y la autoestima
  • Es más frecuente en varones
  • Son pacientes mentirosos y con frecuencia padecen un trastorno límite de personalidad.
  • Los síntomas del niño no encajan en un cuadro clásico de enfermedad o no concuerdan entre sí.
  • Los síntomas del niño mejoran en el hospital pero reaparecen en el hogar.
  • El progenitor es “exageradamente atento” o “demasiado servicial”.
  • El progenitor con frecuencia está involucrado en un campo de atención médica,

Fuentes: Blog Ciencias Médicas/Psicoconsul/Mundo Psicología/Medline Plus

 

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