Un estudio niega los beneficios del uso de EPO en los deportistas

Los ciclistas u otros deportistas que deciden doparse con EPO saben de buena mano que están poniendo en riesgo su salud y, además, quizás para nada. Según un equipo de científicos europeos, la utilización de EPO no mejora el rendimiento deportivo y por tanto no ofrece ninguna ventaja competitiva.

La EPO o eritropoyetina es una hormona natural sintetizada por nuestros riñones y que sirve para estimular la formación de glóbulos rojos, los cuales son los encargados transportan el oxígeno por todo nuestro organismo. Sin embargo, los deportistas pueden tener acceso a una versión exógena de esta hormona que ha sido aprobada para el tratamiento de pacientes con anemia y pacientes quirúrjicos. Pero su utilización sólo es legal en estos pacientes, pues ya en 1990, la EPO apareció en la lista de sustancias prohibidas del Comité Olímpico Internacional.

Actualmente la EPO es bastante conocida por toda la población debido a sus repetidas relaciones con el ciclismo profesional. Pero sin duda, la mayor repercusión ha llegado este año con el caso Lance Armstrong y su supuesta utilización de esta hormona (además de otras técnicas de dopaje) que le ha costado le pérdida de sus siete tours de Francia.

Sin evidencia de mejora del rendimiento:

Tras una exhaustiva revisión de investigaciones y estudios publicados, estos científicos ponen en duda la idea generalizada de que el uso de EPO mejora el rendimiento deportivo y además remarcan que su utilización ilícita sí puede traer graves problemas como coágulos sanguíneos que pueden causar accidentes cerebrovasculares e infarto de miocardio.

“Los deportistas y su personal médico suelen creer que el uso de EPO mejora el rendimiento, pero no hay investigaciones rigurosas que demuestren que realmente el uso de EPO mejora el rendimiento en ciclistas de élite” comenta el profesor Adam Cohen, del Centre for Human Drug Research, en Holanda.

Y es que Cohen y sus colegas han buscado a través de todos aquellos estudios publicados que evalúan el efecto del uso de EPO en ciclistas sanos y no encontró ninguno que contara con ciclistas profesionales, cuyos programas de entrenamiento así como el perfil genético difieren de aquellos deportistas sub-élite.

Seguramente por esta razón y por que la mayoría  los estudios encontrados apenas evaluaban el VO2 máx en ciclistas con pruebas de unos 20 minutos (tiempo muy inferior al que un ciclista profesional pasa en una etapa), la investigación publicada en la British Journal of Clinical Pharmacology concluye que “No hay ninguna base científica para concluir  que el uso de EPO tiene propiedades que mejoran el rendimiento en ciclistas de élite

Vía| ABC Science
Imagen| Bicycle

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