Una enfermedad de cuento de hadas: el síndrome del patito feo – Medciencia

Hoy en nuestra sección de enfermedades de cuentos de hadas hablaremos del sindrome del patito feo, también conocido en la literatura psiquiátrica como el trastorno dismórfico corporal.

Es un trastorno somatomorfo marcada por una preocupación por un defecto imaginado (o real) en la apariencia física, que causa un malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras importantes áreas de la actividad del individuo, como los estudios o las relaciones íntimas. A veces incluye el evitar aparecer en público e incluso ir a trabajar, comportamiento como salir de casa solo de noche para no ser vistos o no salir en absoluto, llegando al aislamiento social.

Los hombres se preocupan generalmente de los genitales, mientras que las mujeres suelen preocuparse más con su cara, pelo y pecho.

Este trastorno suele comenzar en la adolescencia e ir disminuyendo con la edad, aunque en ocasiones puede persistir en la edad adulta.

La dismorfofobia es mucho más común entre jóvenes de clase alta, con pocos o ningún defecto físico. Influenciados por los medios de comunicación y los altos estándares de belleza actual, empiezan a tener una percepción errónea o exagerada de defectos físicos imperceptibles o imaginarios

No existe una regla cien por cien válida para describir a estos pacientes, pero existen algunos rasgos de personalidad que se asocian a este trastorno:

  • Inseguridad emocional.
  • Sensibilidad.
  • Introversión.
  • Timidez, inhibición.
  • Necesidad imperiosa de recibir la aprobación de los demás.
  • Especial sensibilidad al rechazo y la crítica; vulnerabilidad.
  • Excesiva autoconsciencia.
  • Obsesividad.
  • Ansiedad.
  • Narcisismo.
  • Hipocondría.
  • Neuroticismo.
  • Perfeccionismo.
  • Autoestima, autoimagen y autoconcepto pobre (altamente dependiente de la valoración de su apariencia física).
  • Dificultad para las relaciones interpersonales, déficit en habilidades sociales y asertividad.
  • Rasgos de personalidad por evitación, personalidad dependiente, personalidad obsesivo-compulsiva. (Cluster C, DSM IV).
  • Posiblemente también: rasgos de personalidad limítrofe, narcisista e histriónica (Cluster B, DSM IV),

Al igual que para su personalidad, para sus pautas de comportamiento tampoco existe nada patognomónico, pero se han asociado las siguientes conductas:

  • Comprobaciones compulsivas en espejos, ventanas, puertas o cualquier otra superficie reflectante.
  • Contrariamente, incapacidad (o fobia) de mirar su propio reflejo, fotografías y videos de uno mismo. Eliminación de todos los espejos y superficies reflectantes de la casa.
  • Intentos de camuflar los defectos: por ejemplo, con camuflaje cosmético, usar ropa holgada, mantenimiento de una postura corporal específica o el uso de sombreros.
  • El uso de técnicas de distracción: intentos de desviar la atención del defecto percibido por la persona, por ejemplo, usar ropa extravagante o joyas excesivas.
  • Excesivas conductas de aseo: dermatilomanía, peinarse, depilarse las cejas, afeitado, limpieza de cutis, higiene dental, etc.
  • Palpaciones compulsivas de la piel, sobre todo para sentir y estimar el defecto percibido.
  • Conductas hostiles hacia otros por razones desconocidas, especialmente hacia los de sexo opuesto o del mismo sexo en caso de homosexualidad.
  • Buscar seguridad de sus seres queridos (refugio).
  • Excesiva y estricta dieta y ejercicio, enfocada a cambiar su apariencia exterior.
  • Autolesiones.
  • Comparar su apariencia o determinadas partes del cuerpo con la de los demás; obsesión con famosos o modelos a los que el afectado de TDC desea parecerse.
  • Búsqueda compulsiva de información: lectura de libros, artículos de periódicos, enciclopedias, revistas y sitios web relacionados con los defectos que percibe; por ejemplo, pérdida de cabello o sobrepeso.
  • Obsesión con la cirugía plástica, estética o reparadora; cosmética o procedimientos dermatológicos. Si se someten a estas técnicas, a menudo consiguen resultados poco satisfactorios o en el peor de los casos agravamiento (en la percepción del paciente).
  • En casos extremos, los pacientes han intentado realizar una cirugía plástica por sí mismos, incluyendo liposucción y varios implantes con resultados desastrosos.
  • Uso excesivo de enemas (si la obesidad es su preocupación).

Pueden existir una amplia variedad de síntomas. Los siguientes son los más comunes:

  • Pensamientos obsesivos acerca de los defectos percibidos.
  • Comportamientos obsesivo-compulsivos relacionados con los defectos percibidos.
  • Síntomas de trastorno depresivo mayor.
  • Ideas y creencias delirantes relacionados con los defectos percibidos.
  • Aislamiento social y familiar; trastorno de ansiedad social (TAS) o fobia social; ansiedad interpersonal; retraimiento o aislamiento social autoimpuesto.
  • Ideación suicida.
  • Ansiedad; posibles ataques de pánico.
  • Baja autoestima; pobre autoconcepto y autoimagen.
  • Comparaciones obsesivas con los demás.
  • Sentimientos de temor y aversión en ambientes sociales pensando e imaginando que otros notan y se burlan de sus defectos percibidos.
  • Sentimientos intensos de vergüenza y bochorno.
  • Sentimientos de inferioridad e inadecuación.
  • Conductas de evitación: evitan salir de casa, relacionarse; o solo salen en momentos putuales; por ejemplo, por la noche.
  • Conductas de dependencia o seguridad: dependen de la compañía de un compañero, amigo o familiar. Esto les disminuye la ansiedad.
  • Absentismo laboral, baja productividad, pérdida de empleo; incapacidad para trabajar o incapacidad para centrarse en él debido a la preocupación por su apariencia.
  • Disminución del rendimiento académico (problemas para mantener las calificaciones habituales, problemas de asistencia a la universidad o escuela).
  • Problemas para iniciar, establecer y mantener relaciones significativas (tanto las relaciones íntimas como las de amistad).
  • Problemas matrimoniales o de pareja.
  • Abuso de alcohol o drogas (a menudo en un intento de automedicarse).
  • Comportamientos repetitivos ritualizados (como la aplicación constante de maquillaje; verificar periódicamente la apariencia en los espejos (conductas de chequeo).
  • Percibir que su imagen varía en algo cada vez que se observan en un espejo o superficie reflectante (distorsión de la imagen corporal).
  • Perfeccionismo (sometiendose a cirugía estética y realizar conductas tales como hidratación y ejercicio excesivo con el objetivo de crear un cuerpo ideal pero inalcanzable y reducir así la ansiedad).

El tratamiento psiquiátrico para estos pacientes es difícil, pero con terapia congnitivo-conductual o medicación (antidepresivos del grupo de los inhibidores selectivos de la recaptación del serotonina), se pueden recuperar.

Fuentes: Psico Roselló / Wikipedia

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