En un artículo reciente publicado Psychology Today, Andrea F. Polard, psicóloga autora de A Unified Theory of Happiness: An East-Meets-West Approach to Fully Loving Your Life, reflexiona acerca de los beneficios de dar un abrazo. Si bien no son necesarios para el éxito académico o profesional, estos tienen un papel fundamental en el vínculo que tenemos con nuestros allegados y también en la salud. Veamos algunos de los beneficios que comenta y otros tantos más:
Seguridad
Mucho tiempo ha pasado desde los estudios de Harry Harlow. Este científico de la Universidad de Wisconsin logró crear un ambiente lo más natural posible para la reproducción y la crianza de monos. Durante décadas, observó y registró tanto el desarrollo “normal” de estos primates como el desarrollo “modificado” mediante separación maternal i aislamiento social, es decir, a través de la ruptura artificial de los vínculos afectivos. Lógicamente estos estudios fueron controvertidos por la dureza de este entorno creado , y porque muchos de los primates acabaron del todo perturbados. En todo caso, los resultados mostraron que los monos a los que se les había privado de afecto reaccionaban de manera agresiva cuando eran juntados con monos “normales”. Otros se aislaban, eran incapaces de jugar, se abrazaban a sí mismos y mostraban respuestas exageradas de terror. También se mostró que estos monos no podían desarrollar lazos afectivos con monos de su misma edad.
Hoy, existe consenso acerca de que los bebés necesitan ser cuidados. También existen indicios científicos bastante constatados de que los adultos que en su infancia abrazan y son abrazados con frecuencia presentan menos síntomas de estrés. La idea es que, de forma simple, estaríamos “cableados” para encontrar el tacto como una sensación placentera y tranquilizadora.
Sentimientos positivos
Podemos vivir sin abrazos, por supuesto, pero si lo hacemos podemos generar sentimientos positivos y de felicidad. Con los abrazos se libera la hormona oxitocina, que eleva los sentimientos de apego, conexión, confianza e intimidad. El abrazo hace que nos sintamos menos solos, al facilitar la vinculación social.
Menos miedo
Como se indica en un artículo en The Huffington Post, una investigación publicada en la revista Psychological Science reveló que los abrazos y el contacto físico reducen significativamente la preocupación sobre la mortalidad. Los estudios encontraron que abrazar (incluso si se trataba de un objeto inanimado como un oso de peluche) ayuda a calmar los temores existenciales de las personas.
Mejor salud
Otro de los beneficios habitualmente mencionados de abrazos es su influencia en la mejora de nuestra salud. Los abrazos reducen el ritmo cardíaco y la salud cardiovascular, la presión arterial y los niveles de la hormona del estrés, el cortisol. También se ha constatado que tienen un efecto positivo en el desarrollo de lenguaje en menores y fomentan la capacidad intelectual.
Envejecimiento saludable
Según los investigadores de la Universidad de Ohio, los abrazos y contacto físico se tornan cada vez más importantes con el paso de los años. Esto está probablemente relacionado con los efectos de la soledad en la tercera edad, que puede aumentar los sentimientos de estrés e incluso afectar de forma directa en la mortalidad, al aumentar el retroceso mental e inmunitario durante esta fase de la vida.
Fuente | Psychology Today
Imagen | Severina Askatasuna