Algunos consejos para lidiar con los celos

Los celos son algo que está en nuestra naturaleza, todos hemos sentido celos alguna vez, y lo cierto es que no es algo ni bonito ni agradable, además la sociedad (y las parejas) no suelen reaccionar bien a ellos, luego acaban causando más problemas que el original que lo desencadenó. Lo que ocurre es que es muy difícil lidiar con ellos ya que se convierten en un sentimiento muy visceral. Hoy veremos algunos consejos y conceptos que te ayudarán a responder de forma diferente cuando te sientas así.

Conceptos importantes:

Para empezar hay que saber identificar correctamente una emoción antes de trabajarla, si no la detectas a tiempo puede que cuando lo hagas ya sea muy fuerte y te sea más difícil controlarla. El truco está en la detección precoz de la sensación, y en el caso de los celos debemos diferenciarlos de la envidia:

Celos → Surgen cuando la persona percibe una amenaza hacia algo que considera suyo, que YA tiene. Por ejemplo que una persona que nos gusta muestre su amor (que consideramos nuestro) hacia otra persona. La otra persona nos quita algo que teníamos. Que nuestro jefe se fije en una empleada nueva o que un padre le haga más caso a otro hermano (en ambos casos la atención de esa persona la poseíamos nosotros y ahora se ve desplazada).

Envidia → Es el sufrimiento por no tener lo que tiene el otro, desear algo que NO se posee. Tristeza o malestar por el bien ajeno. Puede ser éxito, trabajo, pareja, etc…

¿Cómo y porque aparecen?

Los celos acarrean diferentes respuestas, vamos a enumerarlas para que te sea más fácil reconocerlas:

  • Respuesta emocional: Tristeza, rabia, inseguridad, impotencia, ansiedad, ira, miedo,…
  • Respuesta cognitiva: Dudas, pensamientos obsesivos, ideas recurrentes sobre la infidelidad, resentimiento, auto-inculpación, comparación con el “rival”, pensamientos de venganza,…
  • Respuesta fisiológica: Aumento de la frecuencia respiratoria, aumento de la temperatura corporal, aceleración cardíaca y respuestas propias de la ansiedad, la ira, etc…
  • Respuesta conductual: Comportamientos de evitación, de escape de la situación o intentar controlar o espiar a la pareja, conductas de comprobación, restricción o compensación de la afectividad hacia la otra persona… Todos ellos muy contraproducentes.

Los celos no son siempre malos, son parte de quienes somos, es lógico en cierta manera temer que nos quiten algo que poseemos y que nos ha costado tiempo conseguir, pero si la sensación pasa de eso se pueden convertir en celos patológicos o afectar a la pareja. Lo cierto es que cuando los celos nos hacen volvernos irracionales probablemente lo que vamos a hacer es forzar a la otra persona a que nos confirme lo que nos hemos mentalizado de que es cierto, si tú crees que tu pareja te es infiel y la controlas, espías, discutes, etc… Lo que estás haciendo es que sea más probable que la relación se acabe, pues intentando mantenerla cerca en realidad la estás alejando. Al final la persona preferirá estar con otro y habrás desencadenado tu mismo lo que temías.

Es importante también tener claro que la confianza es básica en una relación, si no la hay probablemente dependa de otras cosas también (como problemas de comunicación). La confianza se da, por mucho que digamos que la gente se la debe ganar, el mundo es impredecible y la confianza es algo que decidimos dar a alguien sin saber si la traicionará o no, pero eso depende de la otra persona y no lo podemos controlar, si la otra persona decide traicionarla entonces es su decisión y posiblemente nos hagan un favor al dejarnos ver que no la merecían y que estaremos mejor solos. Pero lo que no se puede hacer es poner condiciones a la confianza porque entonces no es confianza, hay que tolerar la incertidumbre como parte de la vida, no podemos esperar que la otra persona nos demuestre continuamente que se la merece, ni que se la “gane”, la confianza es algo que decidimos dar, está claro que si la otra persona es claramente un desastre podemos elegir no darla pero no podemos exigirle continuamente que haga lo que queremos para poder volvérsela a otorgar. Si no confías en la persona plantéate si realmente vas a poder estar con ella. Plantéate realmente si el problema de confianza lo tienes tú o ella, probablemente seas tú al que le cuesta confiar y no la otra persona la que no lo merezca. Pero ten claro que es un pilar básico en cualquier relación, cuando la confianza desaparece suele ir minando todos los otros aspectos de la relación.

En este área se entiende que hay personas con una mayor predisposición celosa, esta actuaría como una base que haría más probable que ante un evento precipitante (por ejemplo la pareja no está donde dijo y no nos contesta al teléfono) apareciera la respuesta de celos. Entendemos así que no a todas las personas les pasa, es por esto importante trabajar nuestra predisposición celosa para evitar que ante situaciones como esta nos sintamos mal, lo lógico si confías en tu pareja es pensar que se quedó sin batería, no oyó el móvil o está ocupada. La cultura, el contexto familiar y las experiencias con relaciones pasadas condicionarán esta predisposición y nuestras respuestas.

¿Cómo se diferencian los celos reales de los patológicos?

Muy fácil, si la amenaza es objetiva son normales, si no lo es son patológicos. El problema es que muchas veces el que es celoso las cree reales, ahí el problema. Pero sin pruebas objetivas y reales los celos no son adecuados. Cuando empezamos a espiar el móvil buscando mensajes, los emails, siguiendo a la persona ahí donde va, mirando fotos en su ordenador, prohibiéndole ir con según qué personas, llamándola continuamente… Entonces los celos son patológicos. Los celos deberían aparecer cuando lo que tenemos se nos ha quitado, no por la anticipación, pues es fácil que esta aparezca sin base real. Además se considera que hay reacciones de amenaza normales y reacciones desproporcionadas (patológicas). El malestar es obvio estará pero agredir a alguien, restringirle su libertad o cosas similares son reacciones desproporcionadas, perjudiciales para nosotros mismos y contraproducentes pues solo alejaran más al otro.

¿Cómo trabajar los celos?

Primero evalúa tu relación, ¿Hay problemas de comunicación, de cariño, etc…? Si los hay ten en cuenta que eso hace más fácil que aparezcan reacciones de celos, intenta mantener una buena comunicación con tu pareja para evitar en un futuro problemas. Cuida la relación y evitarás tener dudas, muchas veces los celos aparecen porque sabemos que la relación no va bien, y consideramos posible que la persona se plantee continuar con ella si no está feliz. Es decir, la inseguridad PRECEDE a los celos muchas veces. Cuidar la relación es una forma de mantener alejados los celos.

Luego evalúate a ti mismo. Evalúa tus relaciones pasadas, como te relacionas con los demás, ¿tienes tendencia a mostrar un apego incorrecto que puede desencadenar reacciones de celos?, ¿Esperas demasiado, exiges demasiado?, o por el contrario, ¿Exiges demasiado poco y luego te pesa?, en cualquier caso nuestra conducta afecta a la pareja, y como evaluemos lo que nos rodea, así como nuestra forma de pensar (nuestro estilo cognitivo) afectarán a la evaluación de las situaciones. Es importante corregir inseguridades hacia nosotros mismos y hacia las relaciones, eso no depende de la otra persona. Si aun no hemos superado una ruptura pasada, si nos engañaron en el pasado, si tenemos miedo al compromiso, proyectaremos todo eso en nuestra pareja. ¿Tienes problemas de autoestima que te hacen temer un abandono, tuviste una mala relación con tus padres y eso te hace desconfiar en los demás? Busca el origen de lo que sientes y aprende a diferenciarlo de la situación real actual. Esto se trabaja buscando dentro de uno mismo y cambiando los estilos de pensamiento y de comportamiento.

Habla del tema con alguien. A veces somos totalmente incapaces de ser objetivos, un punto de vista externo puede ayudar. Preguntarle a alguien si creen que lo que pensamos es lógico o si en base a las “pruebas” hay motivos de sospecha nos puede ayudar, pero ojo, ya hemos dicho la confianza no debería depender de lo que dijeran los demás, esta idea es más bien como apoyo a la desconfirmación. Otras personas pueden darnos consejos sobre cómo manejar lo que sentimos o hacernos ver en que nos equivocamos. Muchas veces nos damos cuenta de lo irracional de nuestras ideas al decirlas en voz alta. Esta opción nunca debe sustituir a la de hablar con la pareja.

Se debe comunicar a la pareja si hay un malestar pero SIEMPRE cuando estemos calmados y seamos mínimamente racionales, debemos estar tranquilos y expresarnos en base a lo que sentimos no en base a acusaciones, se recomienda utilizar un estilo en primera persona “yo siento…”, “me gustaría…” y no “eres…”, “tú haces…”, es mejor hablar de lo que uno siente teniendo claro que sentir que algo ha ocurrido no lo confirma ni nos da derecho a acusar a la otra persona de haberlo hecho ya que puede desencadenar una reacción defensiva fuerte.

Es importante trabajar la autoestima y tener claros los aspectos positivos de uno mismo. Estar bien con uno mismo.

También se pueden trabajar técnicas como el mindfulness.

Cuando no seamos capaces de controlar lo que sentimos y se nos vaya de las manos hay terapias dedicadas a ayudar a la persona a trabajar sus emociones, los psicólogos pueden ayudar mucho, ya sea de forma individual o en terapias de pareja si ambas personas quieren trabajar aspectos. Las técnicas más utilizadas son:

  • La desensibilización sistemática a las situaciones que producen celos. Ir progresivamente enfrentándonos a las situaciones aprendiendo a no reaccionar ansiosamente a ellas.
  • La terapia racional-emotiva para trabajar los pensamientos y las emociones irracionales y modificarlos.
  • Técnicas de implosión. Exponer a la persona en imaginación a la situación que más temen hasta que esta deje de ser un problema. (Yo no lo recomendaría en todos los casos).
  • La técnica de la honestidad escrupulosa. La persona que incurrió en la infidelidad (o suceso similar) debe narrar con todo detalle lo que ocurrió, de esta forma la otra persona no tiene nada que imaginar ni dudar, nada que suponer.
  • Técnica de la vaca holandesa. La pareja no celosa debe llamar a intervalos a la otra persona y decirle que hace a cambio de que el otro haga lo mismo, no está claro que esta técnica realmente solucione el problema de raíz (que mejore la confianza), pero en ocasiones mejora en cierta manera la relación, en mi opinión se debe combinar con otras.
  • Inversión de papeles. Que la persona traicionada escriba una defensa para el que le traicionó y que el que cometió la infidelidad haga lo mismo defendiendo el punto de vista del otro. Es una técnica que promueve un cambio de vista y fomenta la empatía. Implica ponerse en el lugar del otro.
  • Técnica de la simulación. Se le indica a la persona celosa que interprete un papel, que haga como si no sintiera esos celos, implica detectar los comportamientos y forzar a cambiarlos. Suele hacer ver cambios en la pareja también.
  • La vuelta a la tortilla. Se le pide a la persona no celosa que adopte conductas celosas.

Fuente: Psychcentral, Paula Ortiz, Academia, eresmas.

Imagen: Flickr.

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