Fenómenos climatológicos extremos del Ártico

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Si jugamos a las adivinanzas y nos plantean que digamos el nombre de un herbívoro del ártico, con una gran cornamenta y que aparece en multitud de películas de final de año, es muy probable que pensemos en el reno.

Esta especie, junto con otras tres, han servido para realizar un importante hallazgo para la comunidad científica.

¿Qué se ha descubierto?

Un grupo de investigadores del Centro para la Biología de Conservación de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU por sus siglas en inglés), han publicado esta semana en Science cómo las dinámicas poblacionales de varios herbívoros y un depredador, se han visto afectadas por un fenómeno climatológico extremo denominado lluvia de nieve. Se ha encontrado que fenómenos como éste, causan fluctuaciones poblacionales sincronizadas entre todas las especies de vertebrados en una comunidad ártica sencilla.

Lluvia, pero … ¿de nieve?

Puede parecer un poco contradictorio, pero es un fenómeno climatológico extremo, que consiste en la producción de precipitaciones sobre una capa de nieve, tras esto, se produce la filtración del agua por la capa de nieve, que termina congelándose por debajo de dicha capa.

Esto provoca la congelación de la tundra ártica, base nutricional de los herbívoros árticos.

Bases del estudio

El estudio se basó en la selección de un ecosistema sencillo basado en tres herbívoros en el invierno, como son el reno salvaje de Svalbard (Rangifer tarandus platyrhynchus), la perdiz nival de Svalbard (Lagopus muta hyperborea) y una especie de topillo (Microtus levis), y un depredador, el zorro ártico (Vulpes lagopus). La localización era la isla ártica de Spitsbergen, Svalbard, a 78º de latitud norte.

Se quería conocer cómo el clima y los fenómenos meteorológicos extremos podían influenciar a las comunidades de vertebrados de una zona. Se sabe que el cambio climático afecta a las dinámicas poblacionales de renos, pero este efecto había sido complicado de documentar.

Efectos en cadena

El fenómeno de la lluvia de nieve impide que los renos puedan alimentarse de los pastos invernales y reduce la accesibilidad a la comida para las poblaciones de perdices nivales y del topillo, causando crisis poblacionales simultáneas y extensivas en las tres especies en el invierno y en la primavera tras esta meteorología extrema.

El zorro ártico, el único depredador del estudio, que se alimenta de los cadáveres de renos, siendo su fuente de alimentación invernal, no han sufrido una disminución poblacional. El hecho de que mueran de forma sincronizada una gran cantidad de presas disponibles para el zorro ártico, ha hecho que haya una gran abundancia de comida durante el invierno, así como también durante la primavera y verano, llevando a que aumente la tasa de reproducción del zorro.

Tras un año y durante el siguiente invierno, baja la cantidad de cadáveres de reno disponibles para que los zorros se alimenten, debido a que aquellos renos que sobrevivieron al invierno anterior, están más adaptados y también al haber disminuido el número de ejemplares, tienen más posibilidades de alcanzar los recursos alimenticios que necesitan.

Ninguno de los herbívoros seleccionados es capaz de recuperarse totalmente en el verano después de estos eventos climatológicos extremos del invierno. El resultado neto es que tras un año, la tasa de reproducción de los zorros baja y hay una gran reducción en el tamaño poblacional del zorro ártico.

Conclusión

“Sabíamos desde hace tiempo que el clima puede sincronizar poblaciones de las mismas especies, pero estos hallazgos sugieren que el clima y particularmente los eventos climatológicos extremos también sincronizan comunidades enteras de especies” dice Brage Bremset Hansen, investigador principal de este estudio.

Además el ecosistema relativamente simple de Svalbard, que tiene poca cantidad de especies depredadoras, combinado con grandes fluctuaciones en la climatología de año a año, y señales climáticas fuertes para las dinámicas poblacionales de herbívoros, son explicaciones probables para los efectos del clima que hemos observado a nivel de ecosistema.

Además, en ecosistemas más complejos, los efectos a nivel de comunidad del clima, pueden estar presentes, pero también pueden ser enmascarados por otros factores que tienden a ocultar los efectos de sincronización del clima, complicando el estudio.

La frecuencia de estos eventos extremos está unida a un rápido calentamiento del clima ártico. Cambios en el clima invernal y estos eventos extremos pueden tener implicaciones importantes para el funcionamiento y estabilidad del ecosistema en el ártico en el futuro, debido a efectos de cascada en la cadena trófica de las especies árticas, como se ha visto en el estudio.

La conclusión es clara, el cambio climático, incrementando la probabilidad de este tipo de fenómenos extremos, puede provocar acciones en cadena que no solamente afectarán a la fauna y a la flora que nos rodea, sino también a nosotros mismos. La ayuda de cada uno para la lucha contra el cambio climático es necesaria.

 

Fuente: Science

Imagen: Ciencia Hoy

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