La relación entre el hábito tabáquico y la pérdida de dientes

dientesLa pérdida de dientes sigue siendo un importante problema de salud pública en todo el mundo. En todo el mundo, el 30% de 65-74 años de edad han perdido todos sus dientes naturales. En esta misma franja de edad, en 2005 en España había un 16,8% de personas sin ningún diente y un 40% de personas con pérdida grave de la dentadura.

Un nuevo estudio ha confirmado que los fumadores habituales tienen 3,6 veces más probabilidades de perder los dientes que aquellas personas sin el hábito. En las mujeres, este riesgo se reduce a 2,5. La investigación, publicada en Journal of Dental Research, es el resultado de un estudio longitudinal a largo plazo llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Birmingham y el Instituto Alemán de Nutrición Humana.

Un problema de salud pública

Los resultados son independientes de otros factores de riesgo como la diabetes, y se basan en datos de 23.376 participantes. El objetivo del trabajo fue evaluar la asociación entre fumar, dejar de fumar y la pérdida de dientes en tres grupos de edad diferentes.

La asociación entre el tabaquismo y la pérdida de dientes fue más fuerte entre los jóvenes que en los grupos de mayor edad. Además, los resultados constataron de forma clara que la asociación es directamente dependiente de la dosis: los grandes fumadores tendrían un mayor riesgo de perder sus dientes que los que fuman menos.

Periodontitis, la clave

Como indican los investigadores, la mayor parte de los dientes se pierden como resultado de la caries o por periodontitis crónica (enfermedad de las encías). Fumar, más allá de la predisposición genética, es el factor de riesgo más importante para el desarrollo de periodontitis. El hábito puede enmascarar el sangrado de las encías, que es el síntoma clave de esta enfermedad. Como resultado, las encías de un fumador pueden parecer más sanas de lo que realmente son.

A menudo, por lo tanto, los fumadores no ven el problema hasta que está bastante avanzado y es casi imposible revertirlo. La buena noticia es que dejar de fumar, aseguran, podría reducir el riesgo con bastante rapidez, como unos 10 años más o menos. Pasado este tiempo, un ex fumador tendría el mismo riesgo de pérdida de dientes que alguien que nunca haya fumado.

Los expertos también aseguran que, al ser la enfermedad de las encías y la pérdida consecuente de los dientes el primer efecto notable en la salud de un fumador, éste podría convertirse en el primer elemento motivador para dejar de fumar más allá de la aparición potencial de enfermedades con una amenaza muy seria para la vida, como la enfermedad pulmonar o el cáncer de pulmón.

Bondades de una boca sana

Dejar de fumar puede llevar muchos beneficios derivados de una mejor salud bucal, como, por ejemplo, un corazón sano. La enfermedad periodontal se ha relacionado en varios estudios con un mayor riesgo de ataque al corazón. Otros beneficios pueden ser una reducción del riesgo de desarrollar demencia, neumonía de aspiración, osteoporosis en las mujeres, artritis y, en el caso de las embarazadas, el nacimiento de bebés inmaduros de bajo peso.

 Fuente | Eurekalert

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