Las marismas de Doñana actúan como sumideros de carbono – Medciencia

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Un nuevo estudio del CSIC ha analizado los flujos de CO2 entre la atmósfera y las marismas del Parque Nacional de Doñana y han descubierto que estos únicos y maravillosos humedales funcionan como sumideros de carbono. Tanto el ciclo del agua como los organismos fotoautótrofos que allí viven tienen un papel clave en la captura de este CO2, convirtiendo a Doñana en un sumidero de dióxido de carbono. Los resultados del estudio han sido publicados en la revista PLoS ONE.

Los ecosistemas con inundaciones prolongadas capturan mayores cantidades de CO2

Los responsables de que Doñana se convierta en un auténtico sumidero de CO2 son los organismos fotoautótrofos, es decir, los organismos que utilizan la energía del sol para fijar CO2, y el ciclo hidrológico. El funcionamiento es el siguiente: durante la fase de inundación se consigue que la materia orgánica de la zona se acumule en el interior de la marisma, que posteriormente será degradada y se generará CO2 que pasa a la columna de agua.

Este CO2 generado tiene dos destinos. Una parte se libera a la atmósfera y el resto se va incorporando de manera gradual gracias al fitoplancton, que son los organismos autótrofos que forman parte del plancton, como pequeñas algas. De esta manera el carbono fijado por estos organismos puede quedar almacenado en los sedimentos de manera permanente, quedando el CO2 secuestrado.

De acuerdo con el estudio, este secuestro de CO2 por parte de la marisma podría verse afectado en un futuro por culpa de la actividad humana de la zona (qué sorpresa…) y por el cambio climático, dos factores que afectan directamente al ciclo hidrológico, reduciendo el flujo de la inundación.

Uno de los autores del estudio, Edward Morris, del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía, nos resume así el estudio:

Los ciclos hidrológicos en la región de Doñana son muy cambiantes y la respuesta global del ecosistema está aún por determinar. Lo que sí puede asegurarse es que las prácticas de gestión de agua en el Parque afectan a la duración e intensidad de las inundaciones y, por tanto, influyen en el intercambio de CO2 entre el agua y la atmósfera. Nuestra investigación demuestra que ecosistemas con periodos de inundaciones más prolongados capturan más CO2, por lo tanto, cualquier práctica o fenómeno que contribuya a reducir la cantidad de agua en los humedales, modifica de manera notable el papel del Parque Nacional de Doñana como secuestrador de carbono

 

Fuente: Consejo Superior de Investigaciones Científicas

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