Los 5 fenómenos meterológicos más alucinantes que aún no entendemos bien – Medciencia

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La metereología está en boga. A día de doy el telediario reserva una parte importante del tiempo a dar el parte meteorológico e incluso a introducir conceptos avanzados como los tipos de nubes, explicaciones de los fenómenos del niño y la niña o la tantas veces confudida con tormenta, ciclogénesis explosiva. Y es que los fenómenos meteorológicos son algo muy interesante y bastante desconocido. Los que a continuación os vamos a presentar representan 5 de los ejemplos más claros de lo que la naturaleza es capaz de hacer casi sin querer.

Rayo Globular (Lightning Ball)

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Este fenómeno, que hasta hace poco no estaba documentado, consiste en una bola de plasma (similar a un rayo) amorfa que recuerda a una nube y que puede llegar a tener más de 5 metros de largo. Este rayo globular es muy raro y aún no se conoce con seguridad ni su origen ni su naturaleza más allá del hecho de que son como rayos eléctricos semiestáticos y con formas variadas. En las zonas en las que han realizado estudios sobre este fenómeno se encontraron concentraciones altas de silicio, por lo que se cree que puede ser en gran medida responsable de estas enormes bolas de fuego.

Espectro de Brocken (Brockengespenst)

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A los que habéis viajado en avión u os encante la escalada ,es probable que la foto os recuerde algo que ya habéis visto. Es una figura preciosa que combina la sombra del objeto (nosotros mismos o el avión) y la formación de una arcoiris completo para dar lugar a un espectro con cierto halo de deidad omnipotente. El nombre viene del alemán y se le concedió porque al parecer lo primero en ponerle nombre a esta curiosa estampa fueron montañeros que lo observaron en la cima de la montaña Brocken.

Donuts de Nieve (Snow Donuts)

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Estos curioso anillos de nieve que bien podrían sustituir las típicas bolas de paja en una película de esquimales cowboys (no sería tan descabellado) son un fenómeno raro que requiere unas condiciones meteorológicas muy especiales. Se necesita una capa de nieve-hielo dura, con un fino manto encima de nieve sin apenas compactar y, por supuesto, viento. Estos débiles anillos tienen un agujero en el centro debido a la resistencia que presenta la nieve a ser enrollada sobre sí misma.

Catatumbo

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Todos conocemos los rayos, los truenos y las tormentas. Incluso hemos oído hablar de las grandes tormentas amazónicas en las que pueden llover inmensas cantidades de agua y durar hasta meses. Pues la cosa va más allá en la cuenca del río Catatumbo en Venezuela. Este fenómeno consiste en más de 10 horas de relámpagos constantes, y sucede alrededor de 150 veces al año. Esto se debe a la orografía de la zona que favorece la entrada de aire caliente que se condensa y acaba en una corriente circular que favorece la creacción de cargas por fricción, lo que desencadena una enorme cantidad de rayos.

Tromba/Manga de agua (Waterspout)

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Este espectacular fenómeno es fruto de tornados que se orginan en la mar y se mueven hacia la tierra. En el mar los tornados poseen gran fuerza y succionan hacia arriba todo lo que encuentran a su paso; esto incluye agua, peces, algas… Cuando el tornado llega a tierra pierde fuerza muy rápidamente y deja de tener fuerza para sostener todo lo que ha tragado. Es entonces cuando los objetos caen y (según las teorías más aceptadas) se producen las famosas lluvias de ranas, peces… tal y como se cuenta en el antiguo testamento.

Fuente: Popular Mechanics

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