Maravillas de la Naturaleza: Un oasis de vida en las profundidades del Golfo de México – Medciencia

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Hoy os presento otra maravilla de la naturaleza, aunque esta vez no nos sea muy accesible poder visitarla. Se trata de una especie de lago submarino en las profundidades del Golfo de México, un ecosistema único a 800 metros profundidad. Le otorgo el título de maravilla de naturaleza porque a esas profundidades, en las que la temperatura ronda los 7 grados, la presión es de 80 atmósferas (nosotros vivimos a presión de 1 atmósfera) y la luz no llega ¿qué demonios podría vivir allí? La respuesta es: muchos más organismos de los que podamos imaginar.

Un ecosistema único basado en el metano

El descubrimiento de este increíble lugar tuvo lugar en 1990. La apariencia es como si se tratase de un verdadero lago submarino, de 20 m de diámetro y bordeado completamente por una gran costra de mejillones. Esta apariencia tan curiosa es debida a que la salinidad del agua que allí se encuentra es superior a la salinidad del resto del agua del océano, haciendo que el agua sea más densa que la circundante y cuando esto ocurre, se nota perfectamente el corte de un tipo de agua con el otro. En la imagen de abajo se aprecia perfectamente ese corte.

underwater_lake2La clave de este ecosistema plagado de mejillones son las bacterias. La fuente de energía es el metano, que sale del lecho marino a borbotones y que es aprovechado por las bacterias que viven en simbiosis con los mejillones: las bacterias proporcionan energía útil por la transformación del metano y el mejillón ofrece protección y sustrato. A este tipo de obtención de energía se le llama quimiosíntesis, porque la fuente de energía proviene de una reacción química (en contraposición a la fotosíntesis, donde la fuente de energía es la luz solar).

Y no sólo viven mejillones, los investigadores hallaron una gran cantidad de especies nuevas de camarón, otros crustáceos, gusanos poliquetos y caracoles. Además, la mayoría de estas especies son endémicas, es decir, sólo las podemos encontrar en ese lugar.

Lo procesos geológicos que producen metano también emiten ácido sulfhídrico, así que a poca distancia de este “lago” submarino, encontraron un “jardín” de gusanos tubícolas de cientos de metros extensión. Una vez más, son las bacterias que forman simbiosis con los gusanos las que permiten que ese tipo de ecosistema se haya desarrollado: las bacterias transforman los sulfuros en energía útil para el gusano y el gusano proporciona oxígeno a las bacterias.

A este tipo de hábitats se les llama “de fugas frías” y son muy similares a los que se encuentran en las chimeneas volcánicas submarinas o fumarolas, pero de este tipo de ecosistemas hablaré en otro capítulo de maravillas de la naturaleza.

 

Fuente: BBC (Serie documental Planeta Azul), National Oceanic and Atmospheric Administration

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