Nuevos avances en la generación de electricidad a partir de aguas residuales

Los distintos métodos que utilizan microorganismos para conseguir electricidad se empezaron a estudiar en el año 1976. Por tanto, el hecho de producir electricidad de este modo no es algo nuevo. La novedad es el proyecto que han presentado ingenieros de la Universidad de Oregón y que podría suponer un gran paso a nivel mundial. Han logrado desarrollar una nueva metodología que genera entre 10-100 veces más electricidad que otros métodos.

¿Cómo se genera electricidad a partir de aguas residuales?

La respuesta, una vez más, son las bacterias. Muchas bacterias utilizan como fuente de energía desde hierro o sulfuros hasta compuestos orgánicos. En este caso utilizan nuestras aguas residuales. Las bacterias utilizadas son las llamadas células de combustible microbianas (Microbial fuel cells). La metodología es como el funcionamiento de una pila. Se forma un dispositivo compuesto por dos cámaras (ánodo y cátodo) y, en este caso, los electrones proceden de los azúcares que metabolizan las bacterias. Los electrones fluyen a través de las bacterias y se genera así una corriente eléctrica. A la derecha os pongo un pequeño esquema explicativo.

Un proyecto con muchas ventajas

La nueva metodología propuesta genera entre 10-50 veces más electricidad que la mayoría de sistemas que usan las células de combustible microbianas y hasta 100 veces más que otros métodos. Además, de forma totalmente limpia, sin producción de gases como metano, gran protagonista del efecto invernadero. Este avance podría llegar a cambiar el tratamiento de las aguas residuales en todo el mundo ya que a la vez que se limpia el agua nos aporta cantidades importantes de electricidad.

Según los expertos, alrededor del 3% de la electricidad que utiliza EEUU y otros  países desarrollados es para el tratamiento de aguas residuales y la mayoría de esa electricidad es producida por combustibles fósiles que contribuyen al calentamiento global.

Las ventajas están muy claras. Si resulta que mediante este avance una planta de aguas residuales se pudiera auto-abastecer y además generar electricidad para otros usos, estamos hablando de un ahorro importante en electricidad basado en un método limpio y sostenible que se traduce en un ahorro económico muy grande.

Además, no sólo se podría utilizar con aguas residuales humanas. También con deshechos animales, hierbas y subproductos de las industrias del vino, la cerveza y los productos lácteos.

Una vez más, nuestras queridas bacterias pueden suponernos una mejora en muchos aspectos y, sobre todo, en el que más importa a día hoy, el económico. Ojalá se acabe poniendo en marcha y no quede en un proyecto presentado más.

Fuente: Science Daily

Imagen principal: Género Geobacter, un ejemplo de este tipo de bacterias.

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