¿Por qué perdemos en juegos complejos?

ajedrez

Como podréis comprobar cualquier día que os pegue por jugar a algún juego de mesa, existen juegos rematadamente fáciles (como el tres en raya) o bastante complejos (como el poker, el ajedrez o el siguiente nivel, los juegos de rol y estrategia). Bien, también notaréis que los juegos básicos y fáciles son también igual de fáciles de ganar, porque nuestra mente reconoce el concepto con relativa facilidad, pero en los juegos complejos muchas veces no es así, y perdemos. Pero no por ser “malos” jugando, simplemente hay juegos tan complejos que la mente humana no llega a comprenderlos del todo, como explicaremos hoy.

Según una investigación publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences por un físico de la Universidad de Manchester, lo que sucede es, lisa y llanamente, que algunos juegos son simplemente imposibles de comprender por completo, o demasiado complejos para la mente humana.

El Dr. Tobias Galla, de la Universidad de Manchester, y el profesor Doyne Farmer, de la Universidad de Oxford y el Instituto de Santa Fe, llevaron a cabo miles de simulaciones de juegos de dos jugadores para intentar comprender mejor el comportamiento humano delante de la toma de decisiones.

En los juegos simples, con pocos movimientos, como el tres en raya, es fácil adivinar la estrategia, y el juego se vuelve interesante rápidamente. Pero, en los juegos más complejos, como el ajedrez o el poker, donde hay una elevada cantidad de movimientos, estos investigadores afirman que las acciones de los jugadores se vuelven cada vez menos racionales y es muy complicado encontrar estrategias óptimas.

Es algo similar a lo que ocurre con los mercados financieros (tan de moda ahora con la crisis), pues sus acciones deberían basarse en la teoría del equilibrio, al llevarse a cabo por comerciantes inteligentes y muy racionales, pero está claro que las cosas no suceden así. Por ello, hacer predicciones es algo muy poco factible y bastante impreciso.

Respecto a la teoría del equilibrio, en los juegos tradicionales se basa en tomar decisiones estratégicas hasta llegar al punto de equilibrio, donde los jugadores tienen un conocimiento profundo y prácticamente perfecto de lo que hacen y de lo que pueden hacer sus oponentes.

Sin emboargo, el Dr. Galla, de la Escuela de Física y Astronomía, opina lo siguiente:

“Durante un juego, el punto de equilibrio no siempre es lo más usado. En muchos casos, las personas no juegan con estrategias de equilibrio, sino que se pueden ver patrones aleatorios o caóticos por una gran variedad de razones, por lo que no siempre es apropiado basar las predicciones en modelos de equilibrio”

Además, se llevó a cabo una ampliación del estudio con varios jugadores, en lugar de los dos iniciales, y se cambió el factor tiempo, para detectar si tener una limitación temporal afectaría a la forma de jugar. Según los resultados preliminares, a medida que aumenta el número de jugadores, la posibilidad de alcanzar el equilibrio disminuye. Por ello, en juegos complicados con muchos jugadores (como los juegos online en grupo, por ejemplo), alcanzar el equilibrio es mucho menos probable si cabe.

Como podéis ver, la mente humana es mucho más compleja de lo que pensamos, y para ella también hay cosas demasiado complejas para poder comprenderlas de forma totalmente perfecta. Tenemos fallos, muchos, y por supuesto nuestra mente no se libra de ellos.

Vía | AlphaGalileo Foundation.

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