Como ocurre con muchas cosas en la vida, cuando tomas una decisión de empezar a hacer algo, al principio todo es como una idea un tanto efímera, algo que quieres lograr pero no sabes muy bien cómo.
Esto es lo que puede suceder a la hora de querer empezar a llevar una alimentación saludable, ideas bombardeando tu cabeza. Quizás te plantees acudir a un profesional para que te oriente, lo cual me parecería una opción más que acertada, o por otro lado quieras empezar por tu cuenta y marcarte unas pautas tu mismo, con el propósito de empezar tus nuevos hábitos.
En el caso que acudas a un profesional, no tengo nada que objetar al respecto, simplemente asegurarte de que se trata de alguien con una formación y una preparación consistente, no vale tan solo que lleve una bata blanca, es tu salud, así que hazte el favor de no confiársela a cualquiera.
Si quieres empezar pero no sabes muy bien por dónde, te propongo tres sencillos pasos con los que podrás desde hoy mismo hacer pequeños cambios en tu alimentación y obtener grandes resultados:
Bebe suficiente agua
Se trata de un cambio que quizás ni te habías planteado, mucha gente pasa por alto la gran cantidad de calorías que pueden llegarse a consumir mediante la bebida.
Sustituir las bebidas azucaradas, las bebidas alcohólicas, u otro tipo de bebidas que nos aportan calorías, nos puede suponer una reducción importante del aporte energético diario, con el aliciente de que la mayoría de bebidas que solemos sustituir por agua, nos suelen aportar calorías vacías. Prioriza el consumo de líquidos mediante agua en la medida de lo posible.
Alimentos integrales o ricos en fibra
Si acostumbras a llamar el pan o pasta blanco como el “pan normal”, debes saber que esto no debería de ser así, algo tan sencillo como cambiar el pan o pasta blanca por su versión integral o rica en fibra puede aportarnos grandes beneficios, ya que no tan solo nos supone un aporte mayor de fibra a lo largo del día, nos aporta mayores cantidades de micronutrientes necesarios, los cuales son eliminados de los alimentos refinados.
No dudes en cambiar los panes y pastas por sus versiones integrales, aunque no tengas problemas de estreñimiento.
Come despacio
Tendemos a llevar un ritmo de vida acelerado, vivimos deprisa y comemos más deprisa aún. El simple hecho de sentarnos en la mesa con tranquilidad, evitar distracciones a la hora de las comidas, masticar despacio, nos ayudará a no comer un exceso de comida cuando ya no necesitamos más. Al comer despacio le damos tiempo a la hormona de la saciedad a llegar al cerebro para informarnos de que ya no necesitamos comer más, por lo que disminuirá nuestro consumo de alimentos.
Esos serían algunos pasos, los cuales puedes empezar a seguir desde hoy mismo, si no estás acostumbrado a ellos puede ser que al principio te sean más difíciles de seguir o algún día los pases por altos, piensa que el objetivo es que llegue un día dónde ya no te supongan un esfuerzo.
Si estás planteándote empezar a comer de forma saludable, pero te encuentras algo desorientado, en el siguiente vídeo te explico de que manera puedes plantearte tus nuevas rutinas de alimentación saludable: