Un cacahuete en el centro de nuestra galaxia

Utilizando datos obtenidos con los telescopios del ESO (European Southern Observatory), dos equipos de astrónomos han conseguido crear el hasta la fecha mejor mapa tridimensional de las zonas centrales de la Vía Láctea. Y el resultado es, cuanto menos, curioso: desde algunos ángulos, las regiones interiores tienen forma… ¡de cacahuete!

La enorme nube situada en el centro de nuestra galaxia, conocida como bulbo galáctico, es una de las zonas más masivas de esta. Se extiende miles de años luz y se cree que está formada por aproximadamente diez mil millones de estrellas. Pero, desde nuestra posición en la Vía Láctea, la visión del bulbo se oscurece mucho a causa de densas nubes de gas y polvo que encontramos de camino. La única forma de verlo correctamente es observando en longitudes de onda mayores a la de la luz visible, como la de la radiación infrarroja o la de microondas.

Por ello, ese fue el enfoque que tomó uno de los equipos, el del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre en Alemania: mediante el sondeo en el infrarrojo cercano del Telescopio VISTA, pudieron captar estrellas con una luz hasta 30 veces más débiles que las detectadas en sondeos anteriores.

“La profundidad del catálogo de estrellas de VISTA supera con creces los trabajos anteriores. Ahora podemos detectar toda la población de este tipo de estrellas todas las zonas del bulbo salvo en las más oscurecidas. A partir de esta distribución estelar, hemos podido hacer un mapa tridimensional del bulbo, siendo esto la primera vez que se hace esto sin asumir un modelo para su forma” explica Christopher Wegg, autor principal del estudio

 

“Descubrimos que la zona interior de nuestra galaxia tiene forma de cáscara de cacahuete si la miramos desde un lado, y de barra muy alargada si lo hacemos desde arriba” añade Ortwin Gerhard, coautor. “Es la primera vez que vemos esto con tanta claridad en nuestra propia Vía Láctea y tanto las simulaciones de nuestro grupo como las de otros equipos de investigación muestran que esta forma es característica de una galaxia barrada que comenzó siendo solo un disco de estrellas.

Esta última afirmación coincide con lo que creen los astrónomos, que originalmente la Vía Láctea era tan sólo un disco de estrellas que formó una barra plana. Entonces la parte interior colapsó, generando esa forma tridimensional en forma de cacahuete que ahora han captado las observaciones.

Fuente: ESO

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