¿Usar gafas empeora la vista? – Medciencia

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No sé si os habréis fijado, pero cada vez hay más personas que necesitan usar gafas. Puede que se deba al uso generalizado de smartphones, tablets o PCs, o simplemente que tengamos los ojos mal hechos, quién sabe. Sin embargo, aún con este gran número de individuos afectos, y su mejora con el uso de gafas o lentes de contacto, sigue existiendo un mito muy arraigado en la sociedad: Usar gafas empeora la vista, y retrasar su uso es la mejor opción. De hecho, hace apenas un par de días lo volví a escuchar de boca de un amigo que precisamente lleva algunos años usando gafas y lentillas. Pero, ¿es esto cierto? ¿existe alguna evidencia al respecto?

Razones para usar gafas

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Como sabéis, existen varias razones para necesitar gafas. Por una parte, tenemos las razones más conocidas que suelen desencadenarse ya en la juventud: Miopía (dificultad para ver de lejos), hipermetropía (dificultad para ver de cerca) y astigmatismo (visión borrosa). Y, por otra parte, tenemos la razón que suele desencadenarse con la edad: Presbicia (dificultad para leer o ver de cerca, por alteración del enfoque con la edad).

Además, cabe añadir que con la edad, estos problemas van aumentando por el simple hecho de que nuestro cristalino (la lente responsable del enfoque ocular) se va endureciendo, haciendo más difícil si cabe la visión y su ajuste. Hay pocos estudios realizados al respecto sobre si el uso de gafas y/o lentillas afectan a este endurecimiento, pero de momento ninguna evidencia afirma que esto sea cierto. Y, aún así, el mito de que el uso de lentes ayuda a empeorar sigue tan vigente como el primer día.

¿La razón? Con el tiempo, el cristalino se va alterando, y durante ese tiempo también hemos usado las gafas. Nos centramos precisamente en el uso de gafas, y no en que hemos ido aumentando nuestra edad, lo que conlleva de por sí el empeoramiento de la visión (con o sin gafas, empeora igual). Lo asociamos automáticamente al uso de dichas gafas, sin pensar siquiera que el proceso habría sido igual, o peor, si no hubiésemos usado lentes en ningún momento. No hay una relación causal o evidencia, pero a esa conclusión llegamos con pasmosa facilidad.

Es más fácil echarle la culpa a un objeto externo que nos ha ayudado a ver durante ese tiempo que pensar que nuestros ojos se iban a deteriorar igualmente, ¿o no?

Corregir o no corregir la vista en niños

La duda puede aparecer ya en los más pequeños: ¿Es mejor corregir o no corregir su vista?

A corto plazo podemos pensar que esperar es mejor, basándonos en el mito claro está. Sin embargo, a largo plazo, es una opción terrible. Evidentemente todo esto ya se ha preguntado con anterioridad, no somos los primeros en tener estas dudas, pues durante décadas se pensó que si se corregía solo parcialmente la miopía en los niños, otorgándoles una menor graduación, se retrasaría el alargamiento de su globo ocular y disminuiría la miopía (ahora sabemos que eso es una burrada).

Como se comenta en BBC, en 2002 se hizo un estudio con 94 niños de Malasia, asignándoles aleatoriamente unas gafas adecuadas o unas gafas que corregían sólo parcialmente su miopía. Los niños, de 9 a 14 años, aguantaron el estudio durante dos años y el estudio tuvo que interrumpirse un año antes de lo esperado, pues aquellos que usaron gafas mal prescritas (con una graduación parcial) mostraron una elongación ocular. Es decir, todos habían empeorado.

Por su lado, en 2011 se realizó una revisión en Cochrane respecto a las diferentes intervenciones en niños con miopía. La conclusión fue que el mejor método es el uso de determinados fármacos, pero no es rentable ni accesible para todo el mundo, por lo que las dificultades descartan dicho método, y se optó por concluir que la evidencia disponible indica que es mejor proporcionar gafas graduadas de forma adecuada, en lugar de gafas parcialmente graduadas como en el estudio de Malasia.

Además, por si no había suficiente evidencia de que el mito está totalmente equivocado, el pasado año 2014 se publicó un estudio de 23 años de duración donde 240 niños finlandeses de unos 10 años de edad media fueron divididos en grupos, con y sin gafas. Se demostró que durante los tres primeros años la miopía de los que no usaron gafas avanzó un poco más rápido respecto a los otros, por lo que se les acabó recomendando usar gafas a todos los participantes. Tras 20 años, al corregir a tiempo la graduación en el grupo que no usaba gafas, se llegó a la conclusión de que no había diferencia entre grupos.

Como veis, por el momento, NO hay evidencia alguna que indique que el uso de gafas adecuadas empeore la vista en comparación a no usar gafas.

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