El Mindfulness también puede mejorar tu salud cardiovascular – Medciencia

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¿Recordáis el Mindfulness o Atención Plena? En más de una ocasión las grandes psicólogas de esta casa os han hablado sobre esta técnica, incluso relacionándola con una mejora de otros sistemas corporales externos a la mente como el sistema inmune. Poco a poco vamos conociendo todos sus beneficios, y por ello hoy os traemos otro nuevo descubierto por los investigadores de la Universidad de Brown y publicado en el International Journal of Behavioral Medicine: El Mindfulness mejora la salud cardiovascular.

El Mindfulness y el corazón

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Según este nuevo estudio, existiría un vínculo estadísticamente significativo entre la atención plena y la mejora de la salud cardiovascular, hasta tal punto que esta práctica se asociaría directamente a la mejora de 4 a 7 indicadores de salud cardiovascular, incluso mejorando la salud en general.

Como ya hemos comentado en otras ocasiones, el Mindfulness se ha relacionado con ciertos beneficios a nivel de salud mental y manejo del dolor, por ello es bastante interesante las nuevas relaciones que van surgiendo, relacionando esta práctica con otros sistemas orgánicos que en un principio no deberían tener vínculo alguno. En este caso, Eric Loucks, profesor de epidemiología, buscó relación entre la Atención Plena y su influencia en factores de salud cardíaca como la presión arterial, obesidad o niveles de glucosa en sangre. Para la investigación, se pidió a los participantes del New England Family Study que contestaran a 15 preguntas de un cuestionario diseñado para medir la atención plena, una serie de preguntas denominadas Escala de Conciencia de Atención Consciente (MAAS), redactadas para evaluar hasta que punto una persona puede sintonizar lo que está pensando internamente en un momento dado.

Un ejemplo del cuestionario: “Tiende a darse cuenta de sus sentimientos de tensión física o malestar, hasta realmente llamarle su atención”, y respuestas clasificadas de una a seis que van desde “casi siempre” a “casi nunca”.

Por otra parte, los participantes se sometieron a una evalución de su salud cardiovascular mediante siete indicadores: Nivel de actividad física, tabaquismo, IMC, consumo de frutas y verduras, niveles de colesterol, niveles de glucosa y presión arterial.

Según los resultados, aquellos individuos con puntuaciones más elevadas en el test de Atención Plena MAAS tenían hasta un 83% de mejor salud cardiovascular general en comparación a los que tenían puntuaciones más bajas. Para ser exactos, los indicadores que mostraban una mejoría más destacada fueron: Nivel de actividad física, menor tabaquismo, nivel de glucosa en sangre bajo e IMC.

La conexión mente-cuerpo

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No os voy a engañar, como médico (y como estudiante también) siempre he sido bastante desconfiado respecto a la influencia de la mente sobre el cuerpo, exceptuando la psiquiatría y su evidente y creciente número de enfermedades. Sin embargo, estudios como este, y sus resultados, nos sugieren que los pensamientos y sentimientos tienen bastante más que decir sobre nuestra salud de lo que podríamos haber llegado a imaginar.

Siempre se critican las frases del estilo “si eres positivo te curarás antes“. Siendo pragmáticos, esto es una verdad a medias. Ser positivo no cura, ojalá, pero tener pensamientos positivos si que modulan nuestra respuesta a las enfermedades, al menos sí es un factor a tener en cuenta. No es la panacea para curar nada, evidentemente, pero ayudar, sí ayuda. De la misma forma, tener pensamientos negativos influye y nos hace débiles ante diferentes agresiones hacia nuestra salud, ya sean físicas, o sobre todo mentales.

Por otra parte, tiene mucho sentido que algunos indicadores de salud no estén afectos por el Mindfulness, como la presión arterial o el colesterol, pues dichos parámetros no pueden modificarse de forma puntual por cambios de pensamiento, a pesar de que sí pueden mejorar de forma indirecta y a largo plazo mediante la modificación de los otros indicadores descritos.

Esperemos ver más investigaciones al respecto, y poder confirmar esta relación mente-cuerpo que está tan en boga últimamente, siempre con resultados significativos en la mano.

Vía | International Journal of Behavioral Medicine.

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