Nunca es tarde para prevenir la demencia – Medciencia

enfermedad_alzheimerMañana es el día mundial del Alzheimer. Con motivo de ello, la entidad Alzheimer’s Disease International acaba de publicar un informe mundial enfocado en la prevención y la reducción del riesgo de padecer demencia en la vejez. Bajo el título Dementia and Risk Reduction: An analysis of protective and modifiable factors, el documento examina la evidencia científica de la existencia de factores de riesgo modificables para la demencia. Y la conclusión más importante es que nunca es demasiado tarde para tomar medidas para ayudar a evitar este trastorno que destruye la memoria. Los encargados de elaborar el informe han sido investigadores del King College de Londres.

El informe revela que el control de la diabetes y la hipertensión, así como tomar medidas para fomentar el abandono del hábito tabáquico y para reducir el riesgo cardiovascular, tienen el potencial de reducir el riesgo de demencia, incluso en edades avanzadas. Concretamente, la diabetes puede aumentar el riesgo de demencia en un 50%. Y como la obesidad y la escasez de actividad física son factores de riesgo importantes para el desarrollo de diabetes e hipertensión, estos factores de riesgo deben, también, controlarse.

¿Por qué es preocupante? Si bien la salud cardiovascular está mejorando en muchos países con ingresos elevados, otros muchos países con ingresos bajos y medianos muestran un aumento de la exposición a factores de riesgo cardiovascular, con el consecuente aumento de las tasas de diabetes, enfermedades del corazón y derrame cerebral. Con estas cifras en mano, los investigadores reclaman que los sistemas de salud incluyan medidas para la prevención de la demencia

Diabetes, tabaco y nivel educativo

En el informe se describe que dejar de fumar podría estar fuertemente ligado con una reducción en el riesgo de demencia. Por ejemplo, los estudios analizados sobre la incidencia de demencia entre las personas mayores de 65 años y más constatan que los ex fumadores tienen un riesgo similar a los que nunca han fumado, mientras que los que siguen fumando tienen un riesgo mucho mayor.

Además, el estudio ha revelado también que los que han tenido mejores oportunidades educativas podrían tener un menor riesgo de demencia en edades más avanzadas. La evidencia científica sugiere que la educación no tiene impacto en los cambios cerebrales que conducen a la demencia, pero sí que tiene impacto en el funcionamiento intelectual.

A la vez, si llegamos a la vejez con un cerebro mejor desarrollado y más saludable, tenemos más probabilidades de vivir más años, más felices e independientes y, con todo, con menos posibilidades de desarrollar demencia. Por lo tanto, la promoción de la salud del cerebro es importante durante toda la vida, pero sobre todo en la adultez, porque los cambios en el cerebro pueden comenzar décadas antes de que aparezcan los síntomas.

Promoción de la salud

El estudio también insta a los programas públicos de salud que sean más inclusivos con las personas mayores, con el mensaje de que nunca es demasiado tarde para hacer un cambio, ya que es probable que el previsible aumento de la demencia en el futuro dependa de manera importante en el éxito o el fracaso de los esfuerzos para mejorar la salud pública mundial. Además, todo lo dicho no sólo sirve para prevenir la demencia. Llevar una vida saludable es esencial para la prevención de una serie de enfermedades a largo plazo, incluyendo cáncer, enfermedades del corazón, derrame cerebral y diabetes.

Fuente | Medline

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