Pulsos electromagnéticos: todo lo que debes saber sobre ellos – Medciencia

Tormentas solares, ataques de un país a otro, vuelta a la edad de piedra… Son varios los artículos que he escrito estas últimas semanas sobre los pulsos electromagnéticos o EMP. Pero, quitando los detalles  en que iba dejando caer algunos párrafos, lo único que hice fue comentar por encima que eran a consecuencia de ellos, quedando por explicar a conciencia los detalles más importantes: ¿qué son exactamente? ¿cómo funcionan? ¿qué los causa?

Por todo ello, y para cerrar el tema (al menos de momento), he decidido hacer este especial sobre los EMP, en el que encontrar respuesta a todas las dudas que pueda haber sobre ellos

¿Qué son los pulsos electromagnéticos y cómo se forman?

Los pulsos electromagnéticos son emisiones de radiación electromagnética muy breves pero de una altísima intensidad.

Pueden formarse o bien debido a campos magnéticos que varían muy intensamente o bien a causa de una explosión nuclear. Cuando una bomba nuclear explota libera una gran cantidad de radiación gamma que por Efecto Compton puede provocar una lluvia de electrones. Estos electrones al moverse provocarían un campo magnético variable, el EMP.

El EMP se puede separarse en tres componentes: E1, E2 y E3.

  • E1: 

    Es la componente más rápida del PEM nuclear. Genera un campo eléctrico que induce voltajes rápidos y muy intensos, capaces de destruir dispositivos eléctricos.
  • E2: 

    Este componente es el que menos problemas causa, debido a que es muy similar a los EMP que forman los rayos en una tormenta. Esta similitud hace que las mismas instalaciones que usamos para detenerlos (es decir, los pararrayos) nos sirvan también para este tipo de pulsos.

  • E3:

    De este tipo de pulso os hablé en el artículo sobre la posible tormenta solar que publiqué semana pasada: se trata de pulsos largos e intensos, que pueden llegar a durar varios minutos y que son capaces de hacer variar de forma considerable el campo magnético de la zona afectada. No obstante, después cuando el pulso finalice el campo acabará volviendo a su estado anterior. Puede por una explosión nuclear, pero sin embargo es tan similar a una tormenta solar que suele ser llamado “PEM solar”.

¿Por qué los PEM son tan destructivos? 

Ya os hablé el otro día de la inducción electromagnética descubierta por Faraday: cuando un campo magnético varía, crea una fuerza electromotriz que produce una corriente. Esta corriente puede circular por el interior de componentes eléctricos y conductores, y si es demasiado intensa puede llegar a quemar o estropear los componentes electrónicos que forman un aparato. En condiciones extremas podrían incluso llegar a romper transformadores.

¿Qué puedo hacer en caso de un PEM?

Desgraciadamente, poco. Hay algunos aparatos protegidos contra este tipo de ataques, pero la mayoría no podrían soportar un pulso de grandes características.

Sería posible salvar aparatos concretos usando una Jaula de Faraday, pero en caso de un ataque a gran escala sería imposible crear una jaula tan grande. La única opción posible sería guardar la calma y desear que las pérdidas no fueran excesivamente necesarias.

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