Algunas de las dietas de moda más peculiares de la historia

plato_bombaAunque pueda parecer que la dietas estrambóticas y de moda sólo hayan empezado a surgir en la actualidad con la tendencia de cuidar la imagen y el culto al cuerpo, lo cierto es que ya desde hace mucho tiempo que el ser humado trata de conseguir determinados resultados manejando su ingesta alimentaria.

Ya en la Antigua Grecia algunos escritos informan de diferentes procedimientos y estrategias que los deportistas llevaban a cabo para sacar el máximo rendimiento. Destaca lo curioso de la creencia que cada competidor tenía que comer un tipo de carne según su modalidad o la (no sé hasta que punto puede ser verdad) ingesta de uno de los deportistas más laureados en aquella época, Milón de Crotona, que consistía, al parecer, en consumir 9 Kg de carne, 9 kg de pan y hasta 5 litros de vino diluido en agua.

Suerte que por entonces ya habían pensadores sensatos. Hipócrates, en el año 400 a.C. escribió dos libros titulados: “El régimen en enfermedades agudas” y “El régimen” donde ya dejaba entrever que alimentarse bien podría no ser suficiente. Por ello remarcaba que el equilibrio entre la alimentación y el ejercicio era la mejor medicina preventiva.

Pero obviamente no todo son mentes lúcidas lo que ha dado la historia y los despropósitos y autores en materia de alimentación se suceden. Y para no llevaros a confusión, queremos recordaros que el GREP-AEDN ha confeccionado una revisión (podéis verla pinchando aquí) en la que nos enseña las características generales que nos permitirán diferenciar si una determinada dieta, producto o método se trata de una “dieta milagro”o por el contrario es una buena y saludable alimentación.

Sin embargo, para la lista que os proponemos a continuación con las dietas más extrañas de la historia, no hará falta pensárselo mucho para darse cuenta que no estamos ante una alimentación aconsejable. Veamos:

Masticar y escupir

A comienzos del siglo XX, el estadounidense Horace Fletcher decidió que una buena manera de perder peso era masticar y escupir en abundancia. Su dieta proponía masticar bien la comida hasta extraer todo lo “nutritivo” y después escupir la materia fibrosa que queda en la boca. Este tipo de dieta nos ahorraría el tiempo diaria a emplear en el baño, porque realmente no habría nada que evacuar.

La solitaria

Esta propuesta destaca, cuanto menos, por la insensatez de aquellos que hayan podía ponerla en práctica consigo mismos o, lo que es peor, con sus pacientes. Consistía en introducir, generalmente a través de una pastilla o píldora, las larva de la Taenia solium o de la Taenia saginata, comunmente conocidas como las lombrices de la solitaria. De esta forma con el tiempo, esas larvas prosperan y se convierte en un gran parásito intestinal que facilita la pérdida de peso, pero también la malabsorción de nutrientes, dolor abdominal, anemia e incluso podría ser fatal  si se produce un bloqueo o perforación del intestino.

Al rico vinagre

Las “dietas de los famosos” tampoco han empezado a estar ahora de moda. A principios de 1800, el poeta Lord Byron fue uno de los primeros famosos en crear expectación sobre su alimentación. Aunque no se sabe con claridad que tomaba para mantenerse esbelto y pálido popularizó una dieta casi vegetariana que consistía sobre todo en comer vinagre. Para limpiar y purgar su cuerpo bebía vinagre a diario y comía patatas mojadas en él.

Lo que no mata te engorda

Y nunca mejor dicho. Aunque sin saberlo, en el siglo XIX mucha gente utilizaba remedios mágicos para perder peso que escondían peligrosos y nocivos componentes, como el arsénico. De hecho, según comenta a la BBC la autora del libro “Calorías y corsés: Historia de la Dieta en los últimos 2000 años”, Louise Foxcroft, era muy común ver a “charlatanes que se hacían pasar por expertos en dietas para promocionar productos.”

Lo cierto es que quizás lo de incluir arsénico en los productos ya sea cosa del pasado, pero lo de ver “charlatanes haciéndose pasar por expertos en nutrición”, lamentablemente, todavía está muy presente en nuestros tiempos. Por ello en MedCiencia no nos casamos de promulgar y defender una alimentación y un estilo de vida saludables durante todo el año, en contra de dietas o métodos milagrosos que sólo se siguen una determinada época.

Vía| BBC
Imagen| Contexto

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